Este restaurante ha inaugurado recientemente su segundo local en Barcelona está situado en la zona alta a dos pasos de la Avda Diagonal, en la calle Buenos Aires 2 y 4 donde anteriormente hubo una afamada marisqueria. Local amplio bien decorado a base de piedra natural, madera y espejos, mesas bien vestidas aunque demasiado juntas, cristaleria de calidad y vajilla de cerámica de Sargadelos.

Su oferta esta basada en la cocina gallega, caldo gallego, cachelos, pimientos de  Padrón, empanada, lacón, oreja y pulpo que es el plato estrella del restaurante y que a la entrada del restaurante se pueden observar los calderos donde se cuece. Buenas opciones de carne y pescados.

Los entrantes fueron compartidos, pulpo a feira tierno y con el pimentón en el punto justo de picante y alcachofas laminadas y rebozadas, raciones abundantes. Los segundos chuleta de ternera gallega y pollo picantón a la brasa ambos platos con guarnición de alcachofa, patata y tomate a la parrilla, la chuleta servida sobre una plancha de hierro fundido para conservar la temperatura.

Buen pan gallego de corteza crujiente y miga espesa, untado con un buen aceite de la variedad arbequina de las tierras de LLeida para la espera del servicio de los primeros platos.

Un tinto de la D.O. Conca de Barberà Vall Roja 2014 de Mas del Nen, acompañó y maridó perfectamente con la comida, el servicio descorche, cata y ocasionalmente relleno de las copas

Dos cafés.

Servicio atento y profesional.

Una comida con un amigo, que me recomendo este restaurante gallego, muy bonito en su decoración, con un gran servicio, muy agradables y una buena claidad de sus productos. El pulpo tierno, gustoso, el picadillo con huevos de corral, muy bueno, pero para mí un poco fuerte, las zamburiñas, muy frescas, y los postres buenísimos. Una carta de vinos buena y selecta, probamos un terras de Gauda, rico y sabroso. Buena experiencia. Repetiremos y lo recomiendo a quien quiera un gallego de calidad.