Local lleno hasta la bandera con menú (13€), que cambia a diario (no siempre coincide con lo previsto en la web), y que viene escrito en la pizarra de la zona de barra.

En la entrada unas mesas altas frente a la barra invitan al aperitivo.
Carta de tapas y raciones con múltiples opciones interesantes, vermut tinto propio, opciones de cervezas de barril de Amstel.
Tomamos 7 cervezas y 2 vermuts más dos raciones de queso.

Mesas amplias bien separadas, con mantel individual ¡de madera! Copas, cubiertos, vajilla correctos sin nada destacable.
Oferta de vino con botella en mesa pero la carta es bastante correcta en amplitud y precio. Tomamos Finca Sobreño 2012 que hubo que enfriar por estar caliente ¿?.
La decoración del local es amable y cercana. El servicio muy correcto al igual que los tempos de servicio.

El menú completo incluye el agua (santolín), pan y café y por supuesto IVA. Lo que tomamos:
. aperitivo: bombón de foie con melocotón. Mejorable.
. entrante: ensalada americana. Mejor de lo esperado.
. pescado: pastel de cabracho con tostas. Lo mejor.
. sorbete La Flaca. Agradable.
. carne: pimiento de piquillo relleno de ternera con salsa de pimienta. Básico y contundente.
. postre: bizcocho de chocolate con toffe. Intenso.
Sin grandes alardes culinarios ni de emplatado, bien de sabor, raciones muy correctas.

Sin mucho tiempo para sobremesa por la necesidad de regreso (unos en coche y otros en tren) a casa.
Merece la pena su relación calidad media/precio excepcional.