Fecha de visita: 22/04/2018
Cena 4pax.
Precio por persona: 95 euros.
Comida 9.
Entorno: 8
Rcp: 8
Servicio: 7
Servicio del vino: 7
Lo mejor: La lasagna XO, el pichón y el cordero.
Lo peor: Ningún defecto en especial, quizá la tardanza en servir la segunda tanda de cócteles.
Domingo noche, 90% de ocupación en las mesas, tan solo un par de personas en la barra. Celebramos el maratón de Londres y me consta que había más españoles en otras mesas haciendo lo mismo. Local oscuro, con la provocativa y característica estética de David Muñoz. Se puede decir que se trata de una estética punk, muy apropiada en la ciudad de que vio nacer ese movimiento.
Mesas sin mantel, con separación correcta, vajilla y cristalería también muy correctas, en ocasiones tan original como la decoración (por ejemplo la copa corazón o la copa gigante en la que se sirven algunos cócteles).
Se trata de la segunda ocasión en la que visitamos este restaurante y en cuanto a la carta ha habido una notable variación y a mejor, en mi opinión. La primera vez que acudimos, al poco de abrir, en la carta no había menú degustación, aunque si se solicitaba lo preparaban, pero a regañadientes. Sin embargo en la actualidad existen varios menús, incluso uno vegetariano, que permiten apreciar la cocina del restaurante con una mayor profundidad. Otra sorpresa en la carta fue no encontrar el ya clásico chilli crab. En este caso la sorpresa fue negativa porque es uno de nuestros platos preferidos y con los brioches XO para mojar en la salsa era ya sublime, una pena. Nosotros teníamos un hambre canina después de la carrera, pero los otros dos comensales llegaban de viaje y no tenían demasiado hambre, así que en esta ocasión optamos por la carta, aunque a mi me hubiese gustado elegir de nuevo el menú.
Elegimos los siguientes platos:
No tomamos vino en esta ocasión, sino cócteles y cerveza, aunque me consta que la carta de vinos está bastante bien. Existen también maridajes para los distintos menús, que es la opción que tomamos en la primera ocasión. Optamos por los siguientes cócteles: “dry sweet & sour”, “Diverxo Madrizzzz”, “Tokyo Jerez” y “Jerez sour”, todos francamente buenos, destacando especialmente los dos últimos basados en generosos. En este sentido convendría hacer un apunte: sería fabuloso un maridaje para los menús que consistiese exclusivamente en vinos del Marco, no solo porque sería una forma estupenda de dar a conocer estos vinos en el extranjero, sino porque maridan fantásticamente con esta comida.
En cuanto al servicio, joven, voluntarioso y muy amable, aunque se echa en falta un poco más de profesionalidad. Gran parte del personal es español y con platos tal complejos se agradece la explicación en castellano.
En cuanto a la relación calidad/precio, según tengo entendido, el restaurante ha recibido críticas en este sentido, especialmente comparándolo con el Streetxo de Madrid. En mi opinión este Streetxo no es equiparable al de Madrid, si no que se sitúa en un punto intermedio entre Diverxo y el citado Streetxo de Madrid. Además hay que tener muy en cuenta el lugar en el que se encuentra y los precios de los restaurantes de su entorno. Para mí, la relación precio-disfrute fue muy buena.
Resumiendo, lo pasamos en “grande”, disfrutamos un montón y fue una perfecta celebración. Volveremos seguro.
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