Tras un escaso tiempo de confusiones con la fractura del local inicial (Mar d´Avellanes) han acabado cerrando ambos locales. Afortunadamente hay nuevas aperturas y en este espacio físico ha abierto un nuevo local: Xanglot con especial dedicación a arroces y cocina creativa.
Gracias a un Groupon regalo, nos acercamos al nuevo Avellanes para cenar.
El menú constaba de un aperitivo, 2 entrantes, 2 principales, 2 postres y 2 bebidas:
- Aperitivo: ensaladilla rusa. Buena
- Entrantes: pastel de berenjena y canutillos de pollo de corral con verduritas. Muy buenos
- Principales: cochinillo y cordero. Excelente el cochinillo, bueno el cordero.
- Postres: arnadí con helado de avellanas y crema catalana. Excelentes.
- Bebidas: agua
A pesar del cambio, no noto diferencias con el antiguo Mar d'Avellanes. Incluso diría que con mejor calidad en algunos platos. Buen servicio. Volveremos.
El antigüo Mar de Avellanes se ha fragmentado traumáticamente quedando un restaurante en el antiguo local llamado Nou Avellanes, mientras que se ha abierto un nuevo local, el Mar d´Avellanes anterior con el añadido de Patriarca dado que es la nueva ubicación.
No es raro que hayan errores de reservas y planteamientos. No teniamos claro donde habiamos reservado. Confusión entre los clientes. Como lo del Pare Pere.
Aquí hay nueva decoración muy de madera tipo Ikea hasta en los botelleros dando aspecto funcional, con grises y blancos. Copas y cubertería sencilllos y correctos, mantel y servilletas agradables.
Servicio en sala con ganas de agradar, aunque para los pcoos comensales, el servicio en copa del vino se limitó a dar a catar.
Cuatro para comer. Unas cervezas iniciales y agua Perrier con y sin gas. Pedido un jerez, manzanilla, amontillado o similar: no hay pero me ofrecen a cambio un sauvignon ¿? (menos mal que no me traen una infusión). Nos encontramos en la recomendación e vermut con la clásica pregunta de blanco o rojo y la respuesta de depende de la marca; no hay concreción y opto por rojo trayendo bien servido en mesa una copa de un interesante Vermuy Cent Piques, con su punto de canela y amargo final agradable.
A los vinos nos vamos a una carta mas que suficiente. Elegimos un riesling dry Dr.Loosen (Dr.L) 2015 que resultó correcto
Dejamos menú ejecutivo (14.50€) y nos vamos al Menú Medio día (21€) consistente en 3 entrantes compartidos, principal a elegir entre tres y postre con dos opciones.
La carta es corta pero apetecible, con entrantes frios y calientes, seis principales y cuatro postres.
Como somos de buen comer y curiosear, añadimos dos entreantes (platos individuales) al centro para probarlos:
Lo comido:
. Aperitivo de la casa: un paté de berenjena ahumada.
. salmorejo con sandía y mojama: la sandía frita, con huevas. Una mezcla compleja que sin dar mal resultado, cada elemento andaba disperso.
. ceviche de papaya verde y clóchinas: buen ceviche aunque la papaya no me acabó de entusiarmar
. escabeche de pularda al cava y ensalada de hinojo
Los extras fueron:
. huevo a baja temperatura, espárragos y trufa (10€): clásico y bien resuelto con el añadido de espáragos de tierra y de mar. Correcto.
. sepia con emulsión de mayonesa y tinta, habas y crujiente de alcaparras (11€). Plato muy sobresaliente formando un conjunto de texturas y sabores bien logrado. Recomendable.
. principal a elegir: 3 optamos por la espardenyâ de pescado, pato y huevo a baja temperatura. Gran guiso de mar y montaña trabado por el huevo. Muy recomendable.
La otra opción fue la carrillera de ternera con crema de boniato y setas referida como bien.
. de postre creme broulée: correcta. Otra opción fue el arnadí.
Acompañamos de un Moscatel de Vegamar elegante y suave.
Unos cafés finales y a trabajar la tarde.