Pues allá que fuimos a comer bien prontito y sin reserva porque nos lo habían recomendado, sobre todo por su embutido de elaboración propia. Y vaya si acertamos!!!!
Nada más llegar sobre la una, nos dijeron que esperáramos un poco que la cocina aún estaba preparándose, pero nos sentaron ya en una mesa muy confortable y tranquila. Además, al ir con carro y con un nene, no nos hicieron bajar al comedor subterráeno que tienen. Y lo agradecimos, porque el peque se quedó frito a media comida.
Detalle de ponernos unas tostas con un queso tipo cabrales pero más suave. Y al nene le ofrecieron hasta un dulce para que lo probara. El servicio rápido y atento. Muy bueno y agradable.
Pedimos por recomendación unas zamburiñas de tremendo calibre (12€) y deliciosas, tremendas!!!!! Las mejores que he probado. Para el nene pedimos un pote de berzas (8€), que llevaba compango de elaboración propia y estaba tremendísimo. El nene se lo comió que daba gusto. Y nosotros también nos servimos una ración generosa. Vamos, que podíamos comer los tres perfectamente.
Y luego el chuletón de vaca, madurado y de vacas de sus granjas. Un sabor y una textura tremendas. Con su 1.100 kg (40.70€) comimos los dos hasta reventar. Carne jugosísima, deliciosa, pedido poco hecho plus por mi mujer, que no le gusta tan poco hecha la carne. Una delicia que me encantó.
A la hora de pedir vino, obviamente me incliné por los locales y acepté sugerencias. Nos sacaron un Valdemonje Albarín Negro a un precio super comedido (20€). Servido a temperatura perfecta y copas adecuadas. La valoración ya la ha hecho, pero me resultó un vino un poco frío, del que me esperaba algo más.
Unos cafés y un licor cortesía de la casa remataron la comida.
Menos mal que llegamos pronto, porque el restaurante se puso hasta arriba de gente. Pero en el salón que estábamos, a pesar del bullicio, no necesitabas gritar y el peque pudo dormir tranquilamente (y nosotros comer, jejejejeje).
En este local, que recomiendo encarecidamente, además de comer, cenar o tapear, puedes adquirir productos elaborados por ellos, como los embutidos mencionados anteriormente. Y tenía, además, una buena oferta de vinos por copas.
La Casa del Río se convirtió en la casa del gozo!!!!
P.D.: en el precio por persona he descontado el pote del nene, porque es que sin él hubiéramos comido igual de bien.