Los que tenemos más años recordamos como un emblema de los restaurantes chinos en Valencia al local de La Gran Muralla, sito en esta plaza. Enorme local de cocina china, referente en su momento.
Han pasado los años, y dos generaciones después, tienen a su cargo un local en la misma acera pero de tamaño pequeño, si no fuera por el piso superior, de un tipo de cocina basada en buen producto local y un cuidado emplatado.

Ambiente en la planta baja de cierta elegancia en las mesas bien vestidas, buena separación, buenas copas de vino. Buena elección de decoración que inspira tranquilidad y pulcritud.
Un menú para comer a medio dia, muy competitivo para conseguir clientes de comida de trabajo rápida y turistas de paso.

En nuestro caso, quedada de antiguos compañeros de colegio (¡años ha!) para cenar con menú cerrado y bebida incluida, por lo que no vi ni carta de comidas ni de bebidas.
El piso superior es perfecto para este tipo de eventos con capacidad para más de 35 personas en mesas en forma de U. No llegamos a 30.

Cervezas de entrada. Agua sin gas. Vinos Monólogo en versión blanco, con un verdejo del año básico y muy bien de temperatura; también la versión de tinto en un crianza 2015 de Rioja más que aceptable. Sin racanear e intentando servir a todos, dejando al final algo de autoservicio.
En cualquier caso con la intención de no encarecer el precio final.

Unos cacaos y un pan básico loncheado inicial, con un agradable aceite Rio Mundo al centro.
De entrantes servidos en fuente para compartir, pero que resultó una pieza por persona:
. Mozzarella rellena de gamba con mayowassabi
. coca de sardina ahumada con berenjena y piñones
. canelón ibérico con setas y trufa.
Todos ellos bien presentados, buen sabor. Recomendables especialmente la coca (crujiente pero tersa) de sardina.

De principal y a elegir:
. Rabo toro al jerez con crema de foie,
. Mil hojas de solomillo ibérico y boletus,
. merluza con tallarines de sepia
. bacalao confitado al Pil Pil de piquillos.
Del bacalao por referencias, bien desalado, buen punto de cocción, ración ajustada.
Del rabo de toro: buena presentación, deshuesado, pero la carne quedó algo seca; muy bien las verduritas y puré acompañantes tanto en sabor como en cocción, como en presentación.

Postre:
un ensalada de frutas cortadas con predominio de cítricos, muy refrescante, bien presentada, como salidas del libro de Begoña (La Salita). Muy recomendable.

Cafés y las infusiones correspondientes.

Todo muy actual (a falta de web), pero sin perder sus esencias en el servicio: amabilidad, eficacia, abundancia de personal -familiar-, facilidades, sonrisas... para que te sientas a gusto.