Comiendo en la playa

El único restaurante en la pequeña playa de Port Pelgrí, la terraza directamente en la arena, acondicionada sobre un suelo de madera.
Restaurante marinero como no podía ser de otra manera.

En dias en que el tiempo lo permite, como fue el caso, comer en esa terraza es una delicia, aunque un poco saturada de mesas, que hacen algo difícil la movilidad de los camareros.

Para los primeros optamos por unos calamares a la romana, un pelin aceitosos y el rebozado un pelin harinoso, lástima de los pelines.
También unas verduras a la plancha, buen plato, completo, varias verduras, sabrosas.

El segundo fue pescado, nos trajeron una bandeja con los pescados del dia, bien explicados, elegimos Sant Pere, tuvo el detalle de llevárselo a pesar y después decirnos el precio, 59€ la pieza entera para compartir entre dos.
Lo cocinaron al horno, con verduras y patatas y su caldito, sabroso y fino, aunque quedo una ración algo justa, nos pareció mas grande en la bandeja.

No tomamos postre.
Un café.

Para beber un par de cervezas La Brava, elaborada en la costa brava y que no había probado, algo turbia y similar a la Moritz en su sabor, buen descubrimiento.

Era la primera vez que comía en Calella, me fastidió un poco lo de los calamares, supongo que habrá varios restaurantes que ofrezcan buenos pescados, por lo que seguiré explorando en una próxima visita.

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