Bar irlandés y futbol

Situado en la plaza dle reloj, en el mismo cnetro de la ciudad. junto a la iglesia Tin.
Con la necesidad de ver el clásico localizamos un lugar con televisión que anunciara el fútbol en la puerta. Con antelación justa conseguimos mesas (una para cuatro y otra para tres) en base a tomar algo y luego cenar.

El pub es grande, con varias televisiones estratégicamente situadas para ser visible el partido desde cualquier lugar.
Mesas y sillas no muy cómodas, bastante juntas para sacar rendimiento a los metros de local.
No dejó de entrar gente para ver el partido durante los 90 minutos con lo que el ambiente se hizo curioso. Pocos españoles y ambiente dividido en seguidores de uno y otro equipo.

Me limitaré a la mesa de cuatro, los que nos quedamos todo el partido.
Carta de comidas con entradas, ensaladas, sandwiches, prncipales con muchas opciones; especializados en hamburguesas; complementos y postres aparte. Las bebidas incorporan vinos (pocos) detalladas las uvas, por copas y por botellas, champagnes de Bohemia mini y tamaño estandar y muchas opciones de cafés y te, con apartado para las no alcoholicas.

Iniciamos con nachos con pollo y salchichas Iris al centro; la ración de nachos más que abundante y con nivel de picante elevado; para acompañar con cervezas Stella Artois, Paulaner O´Haras IPA dry hopped, kilkenny.

Durante el partido tomamos alguna cerveza más (Hogaarden) y añadimos tres de agua natural para el encargo:
. 2 gourmet burger Caffreys: 100% carne de vaca servido en un bollo de semillas de sésamo cubierto con queso cheddar irlandés, tocino crujiente, huevo frito y acompañamiento de patatas fritas, con crujientes aros de cebolla y coleslaw casero. Tan buena como difícil de comer
. 1 classic burger: 100% carne de vaca con patatas Iris, bacon y queso cheddar. Se quedó corta comparada con la anterior
. 1 Baked Ham Irish: referido como bien.
Un café final bueno.

¿El partido? Emocionante hasta el final. Unos ganaron y otros no. Fue curioso ver el partido entre seguidores de uno y otro sin que nadie hablara español (ni catalan).
Solo volvería para lo mismo: ver un partido de futbol. O la música en directo que iba a empezar cuando salíamos.