Cerca de la plaza Wenceslao y con la recomendación de la amable guía local (Free Tours) nos encaminados a por otra comida típica checa.
Pequeño local con mesas y sillas de tamaño justo, con mesas de seis por lo que nos colocan al fondo ya que la séptima silla ocupa el espacio entre las dos mesas.

El servicio menos amable (facilitador) de lo visto hasta ahora pero correcto y eficaz, aunque al final hubo un problema en el pago que no hay cobertura, que nos vamos a otro sitio, que se cuelga, que la propina no puede ir en el pago con tarjeta... acabamos cediendo a pagar en metálico (incluso nos propusieron un cajero cercano) y la propina se resistió "porque no teníamos más dinero en billetes" (creo que entendió el mensaje).
Lo que no sabiamos hasta hacer cuentas finales es que en la factura y en el último epígrafe habia un concepto de "Cubiertos 10%" aunque al final en mayusculas ponía "tip is not included". Así que pagamos más del 10% de lo estipulado y en efectivo.

Para beber 3 aguas Romerqueller y 5 cervezas de barril de nombre impronunciable.
Un buen pan y una selección de quesos locales para empezar y compartir hicieron que las cervezas no se subieran a la cabeza.

Para comer y tras haber picoteado por el camino en el mercadito de Pascua de la plaza:
. ensalada Caesar: bien
. ensalada Michary: correcta
. queso camembert frito: plato típico de la ciudad. Bueno.
. rosted pork x 3: la carne bien de jugosa, pero la piel una goma pura que hubo que separar. Ración de codillo habitual, es decir, para buenos comedores.
. costillas de cerdo a la parrilla: buenas, jugosas, buena ración; salsa agradable.

Compartimos postres, sin nada destacable más allá de cumplir:
. tarta de chocolate
. tarta de zanahoria
. strudel
Seis cafés bastante mejor de la media.

Los precios no están fuera de la media de la ciudad, pero por lo comentado con el pago: No recomendable.