He tardado unos días en escribir este asunto. He esperado hasta que se me pasara el efecto del picante. Es broma. O no.

Este lugar es un puesto más del mercado. No me venga nadie buscando cosas raras que no. Un puesto del mercado con unas mesas. Gente efectiva. Pim-pam-pum.
Los que sean de solomillito o gulas, que ni se molesten. Que no, que esto no va de eso. La carta es de extensión razonable y, la verdad, bastante simpática en sus acotaciones. También te indican que mejor preguntes acerca del picante, "noseaqué". Si os da cosica el asunto del picante, hacedlo.

No había dim sum, pero sí unos shao mai de ternera, cochino y gambas. Agradables. Y después un dahl que querría decir que es hogareño, pero a ver cómo carajo digo yo que es hogareño un dahl si he crecido en Móstoles. Quito una rama de canela, revuelvo el cilantro y a comer a cucharadas. ¡Jodo como pica!

Como soy así, pues también pedí kimchi. Veamos, yo pensaba que mi kimchi era fuertecito. Pues no, el mío es digno de guardería. Pica como un demoño, pero no puedes dejar de comerlo.

Esto y un par de cervezas, por menos de 20 EUR.

P.S. ... y qué bien me habría venido un traguito de kefir o así...