Local que ha abierto recientemente sus puertas al público con la clara vocación de ofrecer una propuesta gastronómica original que se fundamenta en la proximidad y el arraigo al producto de la comarca. El restaurante se sitúa en una calle peatonal, alejado de las famosas zonas de ocio de la ciudad (el puerto y las calles Loreto y Marqués de Campo), y ha sido decorado con buen gusto y de forma desenfadada. Se transmite un ambiente informal, de desconexión y de predisposición al disfrute de las viandas y de la conversación.

Mala pécora podría clasificarse dentro de una nueva categoría que viene imponiéndose en la comarca y que podíamos denominar como “tabernas valencianas”. Ya va siendo hora de encontrar una alternativa a la proliferación en la última década de tantos gastrobares. No existe la carta. Propone un menú único compuesto por cinco elaboraciones, cuatro saladas y un postre, al módico precio de quine euros entre semana, precio que se incrementa a veinticinco los fines de semana, si mal no recuerdo. Propuestas dinámicas que se renuevan semanalmente, algunas de ellas a diario, según la oferta y disponibilidad del producto en el mercado. Trabar sin carta, con ese único menú, les permite hacerlo. Nos comentan que no existe prácticamente producto congelado en sus despensas y, por el contrario, se nutren del producto fresco. El menú de ese día vino configurado por:

- Ensalada del día: Se podría catalogar como una ensalada valenciana evolucionada. La base es un rico tomate y una porción generosa de ventresca de atún en conserva. Se complementa con una especie de torta crujiente presentada en pequeños pedazos, un huevo a baja temperatura, que ejerce como salsa o ligazón, y unos brotes de alfalfa. Muy fresca, apetecible.

- Coca de mullador i salaura: La coca, de forma alargada en contraposición a las típicas cocas circulares de la zona, sustenta con éxito pese a su finura una buena cantidad de esa especie de pisto muy arraigado en la comarca elaborado con pimiento y berenjena salteado a la sartén. En el caso que nos ocupa se prescinde del tomate frito que sí se usa en muchos hogares y las verduras presentan un punto más crunch al habitual. La salaura, los salazones, vienen representados en forma de finísimas lonchas de mojama y hueva, como cortadas con cortafiambres. Rica.

- Bonito: En la base del plato un preparado de verduras compartiendo entre ellas el nexo de su cromatismo: calabacín, espárragos, ajetes… Una especie de menestra verde qua combina deliciosamente con las rodajas del bonito elaborado al estilo de un tataki. Se ha cocinado por el exterior y se deja prácticamente crudo el corazón. Su degustación nos recuerda sobremanera a la ventresca del atún. Reconocemos infiltraciones de grasa que otorgan al bocado gran melosidad y ese sabor tan especial diferente al de los lomos. Notable.

- Vaca con puré de chirivía: Presentada también en finas rodajas y con punto de cocción perfecto. No nos acabó de convencer su acompañante. Nos resultó excesivamente lácteo, con algún toque a yogur, y no lo consideramos un buen condumio para una carne roja de calidad.

- Tarta de galletas, helado y fresas: Bonita presentación, muy vistosa. La tarta se presenta triturada, a modo de “tierra de galletas”, las fresas se disponen de forma circular y se corona con el helado de stracciatella y el caramelo líquido. ¿Simple? Sí, pero muy visual, rico y divertido.

La oferta gastronómica se complementa con una reducida carta de cervezas artesanales y vinos procedentes todos ellos de la Comunitat Valenciana. Tomamos una Tyris y otra con un toque de wasabi. Después pedimos una botella de vino tinto: Melic, coupage de bobal, merlot y cabernet sauvignon. Ningún vino supera los quince euros en carta y alguno de ellos lleva el calificativo de vino natural.

Destacable la vajilla utilizada durante el servicio (dan buena cuenta las fotografías) y el gusto en todas las presentaciones. Mención especial también el buen trato y la atención recibida por parte del equipo. Todo ello me lleva a pensar que el proyecto puede consolidarse y que yo, por supuesto, volveré a conocer nuevas propuestas.