Acudimos a este templo de la gastronomía madrileña con la esperanza de disfrutar de una velada especial, esperanza que sólo se vió cumplida en parte.
Cena de Sábado para cuatro, bajo la fórmula del Gastrofestival que en el caso de este local incluía un entrante, un principal y un postre, todos ellos a elegir del total de platos de la carta, por 40 €/menú.
Decoración burguesa algo descuidada pero ambiente acogedor al fín y al cabo. Mesas bien vestidas, cristal y cubiertos correctos.
Nos ofrecen alguna bebida para abrir boca, sólo yo me animé, copa de Juvé y Camps Millesimé.
Nos atiende Iñaki Camba, con su amabilidad y fino humor, y la consabida pregunta de "¿gana, apetito o hambre?. Cuando va lanzado ofreciéndonos gran cantidad de platos le indico que preferimos la opción del Gastrofestival y que así lo indiqué tanto cuando reservé como en la confirmación de reserva de ese mismo día. (circunstancia que él desconocía). Nos confirmó que efectivamente habíamos hablado de más platos de los estipulados, pero que ya lo arreglaría él de la mejor forma posible.
Sirven de picoteo mejilloncitos, servidos en cuchara. Bien.
Aperitivos:
Dos de ahumados de mar y tierra (pulpo, salmón, añojo e ibérico en finas lonchas). Aprobado.
Para las chicas, cuchara de patata y yema + idiazábal con cebolla caramelizada. Según comentaron, bien.
Entradas:
Los chicos, cuchara:
Lentejas con faisán (Lentejas gustosas, faisán casi inexistente)
Verdinas con centollo (sólo correctas)
Para ellas:
Oblea de crep trufado con jamón y trufa. Bien
Vieiras y setas laminadas en ensalada templada. Sabrosas y bien conjuntadas, lo mejor de la noche.
Principales:
Corvina a 45º con salsa de ibérico. Insulsa.
Hamburguesa de presa y secreto con mostaza antigua. Bastante correcta.
Dos de solomillo de ibérico en escabeche de trufa. Bien.
Postres:
Torrija de roscón al horno. Bien.
Panchineta. No gustó.
Chocolate negro amargo y blanco. No gustó.
Todo lo ya citado, más dos copas de blanco verdejo, una botella de Contino Rva. 2005(aprox. 36 €), una copa de moscatel Ochoa, 4 cafés y agua mineral, total de 248,77 €. (los aperitivos los consideró Iñaki fuera del menú Gastrofestival, como es lógico, y los facturó a aprox. 16 € en total).
El servicio de vino fue bastante correcto, con botellas en mesa aparte y muy atentos a completar copas.
He de indicar que la calidad de la cocina nos decepcionó a todos, sólo las vieiras con setas fueron notables. No suelo hablar de la cantidad de los platos, pero en esta ocasión, salvo dos honrosas excepciones (la corvina y la torrija), fue más que corta. Quiero pensar que fue debido a que nos "amparaba" una promoción.
Con ligera decepción nos fuimos a ahogar nuestras penas en las coctelerías de la calle de la Reina.