En la zona centro, en una plaza que se abre en la calle y con una inmensa terraza que se llena de gente en cuanto salen los rayos del sol hay un par de locales para elegir y nos quedamos en éste.

Con pinta de cervecería alemana y de comida tirolesa/alemana, con servicio de chicas ataviadas con traje regional (más o menos) y con simpatía y amabilidad. Mesas y sillas de madera. Mucho turista que se acerca por la zona y sin pausa en horario de cocina.

Carta de comidas en varios idiomas que se agradece por estos lares. hay sopas, entrantes, especialidades tirolesas y los platos fuertes de asados, costillas, carnes, etc.
Apartado de comida para peques que tampoco es muy corriente.

Para beber se hace casi obligatorio lo cerveza en dosis de medio litro. Un par de Volbier, más una coca-cola y una de agua.

Para comer:
. 3 x gulaschsuppe: la clásica sopa gulasch de estofado de carne que se come por centroeuropa, correcta, amplia ración, acompañada de rebanada de pan, buen punto de condimentación.
. Gem. salat: ensalada verde. Poca gracia y producto bueno
. Striploin (Australia): un pescado con ensalada, patata cocida y mantequilla. Un lomo de algo parecido a la lucioperca bien elaborado y buena ración; complementos muy básicos.
. steak: bien preparado. Lo mejor
2 x wiener Schnitzel: escalopes de carne de ternera, regular empanado; acompañan patatas cocidas al perejil y una mermelada de arándanos. prescindible.

No tomamos postres en espera ya de una cena en muy pocas horas. Aún disfrutamos de un rato de sobremesa en la terraza hasta que paró de llover. Lo que había empezado como comida a la sombra del parasol, acabó en parasol protector de lluvia.