Diminuto local de tapas peruanas y cocktails en pleno centro de Madrid.

Nos sentamos, en taburetes, no tienen sillas y nos comentan los platos que tienen ese día (lo cual creo que es buena señal puesto que parece que cocinan fresco y de mercado). Pedimos 4 platos:

- Croquetas de pato con queso idiazabal. Muy sabrosas y con el toque del queso que le da contraste.
- Tiradito de atún. Un clásico tiradito de un atún cortado muy fino y con una salsa muy buena que le da mucha fuerza.
- Tacos de panceta caramelizada, jengibre y mango. Todo un acierto la combinación, está delicioso. Cocina de contrastes.
- Ravioli de pollo con salsa huancaína. Lo menos sorprendente, está bueno pero no sorprende como los anteriores.

Además ese día tenía pulpo al olivo, anticuchos y algún otro clásico de la cocina peruana, en plan tapas y con algún toque de cocina más moderna.

Para beber nosotros bebimos cerveza artesana peruana, que nos ofrecieron y estaba bastante bien. Creo que también tienen vinos pero no los ví, las copas parecían decentes.

Un sitio agradable y gracioso para picotear algo rico.

RCP correcta.