Junto al Santiago Bernabéu en pleno Paseo de la Castellana se encuentra este moderno asador/parrilla decorado por completo en madera y con una justita separación entre mesas.

Comida para cuatro. Aquí se viene a comer carne y así lo hicimos. Su plato estrella es el chuletón de lomo alto de negra avileña o de rubia gallega. Entre tres compartimos uno de un kilo de gallega. Carne tierna y sabrosa, bien sellada por fuera y jugosísima por dentro. Como acompañamiento, media ración de unos estupendos y dulzones pimientos de Padrón y otra media de ricas patatas fritas caseras. El otro comensal tomó un discreto (algo pequeño) cachopo de ternera avileña con cecina de buey. Eso sí, los pimientos del piquillo de Lodosa que lo acompañaban eran extraordinarios. Antes, como entrantes y tras una cremita de verduras de aperitivo, compartimos un sabrosísimo queso braseado de cabra payoya de Fuerteventura y unos ricos huevos estrellados con setas. De postre, unos soberbios helados artesanales (dos de yogur con arándanos, uno de dulce de leche y otro de vainilla) antes de terminar con un buen café de Guatemala.

Lista (que no carta) de vinos bastante escueta y sin complicaciones. Tomamos un Luis Cañas Crianza 2013 (18.5 €) que gustó.

Cristalería y vajilla correctas, mantelito individual de papel, servilleta de tela y cubertería para carnívoros, de las de mango de madera. Buen servicio, rápido y eficiente.