Quique Dacosta: "El Sabor del Mediterráneo"

En un edificio de estilo mediterráneo de Denia se encuentra Quique Dacosta Restaurante y allí fue nos dirigimos una noche de marzo para conocer la propuesta gastronómica de Quique Dacosta.

Un cocinero que se ha sabido crear a sí mismo, desde sus primeros comienzos en una pizzería hasta llegar a El Poblet donde entró como pinche y terminó convientiéndolo en suyo, en Quique Dacosta Restaurante. Al decir suyo no sólo hablamos de propiedad, hablamos suyo como el centro de su universo. Lugar donde encontramos a un cocinero cercano, sencillo, inquieto y con una capacidad de hacerte vivir una experiencia gastronómica sorprendente sin tener que recurrir a enmascarar sabores o presentarte platos complejos. Simplemente recurriendo a un buen producto del entorno y una aplicación de la técnica perfecta para hacer que algo complejo parezca simplemente sencillo al comensal. Es digno merecedor de todos los premios que ha ido consiguiendo y si las cosas son como debieran estamos seguros que no tardará en tener la tercera estrella Michelin.

Tras cruzar el bonito jardín minimalista se entra al restaurante dividido en varios ambientes, todos ellos con una decoración vanguardista con una clara influencia del estilo danés pero con pequeños guiños mediterráneos, se plasma mucho la personalidad del restaurante en la decoración.
Al fondo hay una sala donde pudimos disfrutar de la primera parte del menú, aunque bonita y perfecta para una sobremesa, la sensación es de ser algo incómoda para los aperitivos.
Después continuamos en la sala principal, donde ya pudimos sentirnos como en casa, gracias a la magnifica atención que nos brindaron tanto Quique, como Didier, Giovanni, José Antonio y el resto del equipo.

La propuesta gastronómica que ofrece Quique Dacosta consiste en dos menús:

"Universo local" es más corto y lo forman platos que hacen un recorrido por los más clásicos, tradicionales e históricos de la casa.

"El sabor del Mediterráneo", algo más largo e innovador, aunque sin dejar de lado algunos clásicos.

A pesar de haber hecho doblete, ya que por la mañana comimos en Maralba (Almansa) el menú largo, nos atrevimos con el segundo que como reza la letra pequeña es "El menú de los valientes".

MENÚ “EL SABOR DEL MEDITERRÁNEO”.

Menú de los Valientes.

1ºActo: Snacks. Jardín. Hacía demasiado frío como para tomarlo en el jardín así que directamente nos pasaron a la sala del fondo para disfrutar de este primer acto donde nos sirvieron una serie de snacks para comer con la mano.

El desfile de snacks comenzó con los Sticks de Queso ahumado y frito. Crujentes y algo dulces por fuera y tiernos por dentro, llegaron ligeramente templados a la mesa y se convirtieron en un goloso comienzo.

Panceta adobada. Este fue uno de los bocados que menos nos apasionó, para nuestro gusto demasiado bollo.

Consomé de Barricas de Ron Barceló Imperial. Espectacular, con sabor nítido.

Cortezas de Roble. Chips sorprendentes y con intenso aroma de madera.

Raïm de Pastor. Es una planta que se encuentra en la zona, se presenta encurtida y resulta muy curiosa como snack.

"Pulpo Seco" y "Calamares a la andaluza". Un trampantojo. Estos chips nos resultaron con un exceso de sabor a aceite.

Grosella de Mar al momento. Un plato efectista donde se hidrata el alga con un buen consomé.

Mini endivias a la naranja sanguina. Un snack fresco y limpio de sabor.

Cañaílla. Simplemente un bocado perfecto con un jugo memorable.

2ºActo: Mesa de Salazones. Ya en la mesa, comenzamos con el segundo acto que son los salazones, un aperitivo ancestral presente en la Comunidad Valenciana desde los tiempos de los griegos. Se presentan en una mesa y se cortan delante del comensal.

Salazones de bonito, maruca, mujol y pulpo, se toman en este orden de menor a mayor intensidad de sabor.

Papel de salvado de cereales. Fuerte sabor pero bueno.

Cebolletas frescas encurtidas. Para acompañar los salazones.

Higo. Llegados a este punto la boca está saciada de sabores intensos y el higo deshidratado presentado en una bolsita que también es comestible los matiza.

3ºActo: Tapas. En este tercer acto comenzamos con las tapas, pequeñas preparaciones divertidas donde aparecen trampantojos y elaboraciones características de la cocina de Quique Dacosta.

María. Es la interpretación del Bloody Mary, presentándolo como una rodaja fría de tomate que una vez en la boca es una explosión de sabor. Esta es una de las tapas que más nos quedan en el recuerdo. Grande, grande.

Rompepiedra. Otra tapa que sin duda no pasa desapercibida, se toma la hoja de rompepiedra con la ventresca de caballa marinada, al final de la hoja se come sólo el vegetal y en este momento es cuando se hace pleno su sabor a una mezcla de mostaza, wasabi y otros sabores picantes. Es curioso cómo la grasa de la caballa matiza totalmente ese sabor.

Nido de golondrina. Un trampantojo que de nuevo al tomarlo y romper en boca la llena de sabor.

Piquillos. Otro trampantojo de pepino y sandía. Llegados a este punto ya formas parte de juego de descubrir los sabores.

Tarta de manzana Campari. Merengue de manzana y granizado de Campari. Impresionante mezcla de sabores y texturas.

Papada Pimentón. Una tapa más clásica.

Cubalibre de Foie Gras con escarcha de limón y rúcula. Un clásico que nos encanta y nos pareció una pequeña golosina en el camino.

Cocochas de jamón al pil-pil. Sensacional. Ese pil-pil queda en el recuerdo gustativo.

4º Acto: Platos. A persar de seguir siendo pequeños bocados porque si no sería interminable este menú, el cuarto acto se diferencia básicamente del anterior por la aparición de cubiertos en la mesa, si bien los platos continúan en la misma línea que las tapas.

Debido a la cantidad de platos que comprende el menú los panes se sustituyen por grissini de semolina, trufa, sobrasada y parmesano. Un acierto.

Tomate. Llega a la mesa como en la foto de abajo pero bajo la capa granizada se encuentran otras texturas del tomate. En conjunto es refrescante.

Cocohuete-Margarita. Para repetir y repetir. Una intensa crema de cacahuete que se aligera con su interpretación del coctail margarita. Arriesgado pero acertado.

Horchata y Chufas. Las chufas son en realidad un bombón de foie y trufa con el que se saltan las lágrimas. Se presentan en una ligera crema con finísimas láminas de las mismas.

Uña de Tortuga. Gran presentación de un delicado aguacate en contraste con un sublime dashi que potenciaba su sabor.

Gamba Roja de Denia. Qué se puede decir de un producto que es perfecto cuando se cuece el tiempo justo en agua de mar.

Té de gambas amb bledas. Sabrosísimo y espumoso. Un consomé ligero de bledas con una espumosa capa de crema de gambas. Más que té lo hubiéramos llamado capuchino.

Anguila. Otro plato magnífico donde se presenta la anguila con una crema de fondo, coronada de su propia la piel emulando unos tallarines.

Ostra al Rocío. Una perfecta gillardeau con tobiko, verdura del desierto, esparrago de mar y granizado del agua de ostras. La combinación de todo se convertía en un auténtico placer en la boca.

Pistacho-edulis. Continuamos con otro plato de gran nivel que aunque de apariencia sencilla es una compleja presentación del pistacho en texturas con edulis laminado.

Corazón de vaca. Memorable, se come de un bocado ya que es líquido por dentro. Otro trampantojo de intenso sabor a carne.

Los Siete Servicios del Pichón:

Rostit de pichón.

Hígado de pichón, de nuevo con un magnifico consomé.

Coca de Dacsa. Un plato típico de la zona vuelve a aparecer como es esta torta de maiz.

Pechuga sobre germinados. Sublime. De los platos que se recuerdan en la memoria gustativa.

Consomé. Si el resto de consomés fueron nítidos, potentes, sabrosos, este no lo es menos. Magnífico.

Arroz de pichón, regaliz y naranja madura. Sin duda, repetiríamos este plato una y otra vez. A estas alturas del menú, y tras el día que llevábamos, era complicado seguir comiendo, sin embargo fue imposible dejarse ni un grano de lo bueno que estaba. La gula se apoderó de nosostros.

5º Acto: Postres. Valencia:

Chutney de Mango. Después de tal ingesta, viene fenomeal este ligero, refrescante y delicado postre.

Fartón. No es un fartón ni se moja en la horchata. Es una gran interpretación de este dulce valenciano.

Horchata. Una cremosa horchata que tal vez porque no nos apasione tanto este jugo, no lo disfrutamos como pudiera disfrutarlo alguien a quien sí le guste.

Pastisset de boniato. Supera cualquier versión de este pastel que se haya podido hacer.

Buñuelo de calabaza. Como los postres anteriores, el buñuelo es otro dulce típico de Valencia y de nuevo una espectacular interpretación.

Coctail de Arrope y tallaetes (Michael Jackson). De nuevo otra interpretación de un postre tipico de la zona como es el arrop i talletes, aunque nos lo presenta a modo de cóctel.

6º Acto: Con el último acto llegan los petit fours.

La Caja Mágica.

Macaron de chocolate, nube de chocolate y macaron de vainilla y ron. En este punto María se retiró, era imposible continuar. Angel continuó hasta el final.

Árbol de chocolate. Anillas choco blanco y negro, hojas de chocolate frambuesa y pompones.

En resumen, la experiencia gastronómica de la que disfrutamos en Quique Dacosta Restaurante es única, un auténtico lujo y disfrute. Seguro que volvemos en cuanto tengamos oportunidad.

Recomendado por 1 usuario
  1. #1

    Aloof

    el almuerzo en maralba y la cena en dacosta;buen nivel y poca crisis.enhorabuena por el comentario.

  2. #2

    Martina Ch

    Muy buen comentario, pero no me cuadra la puntuación de la calidad- precio, ¿por qué lo puntuas con un 5? Un saludo

  3. #3

    Sambuquita

    en respuesta a Martina Ch
    Ver mensaje de Martina Ch

    Hola Martina, la verdad es que el 5 en calidad-precio ha sido un error derivado de nuestra aún corta experiencia en Verema (este es nuestro segundo comentario). Calificamos la RCP como correcta (luego vimos que es lo que se corresponde con un 5). Sin embargo, si hubiésemos tenido que calificar la relación calidad-precio en una escala de 1 a 10, a Quique Dacosta le hubiésemos dado un 9.
    Un saludo.
    Sambuquita (Angel).

  4. #4

    Sambuquita

    en respuesta a Aloof
    Ver mensaje de Aloof

    Aloof, hacemos lo que podemos... En ese viaje tuvimos una agenda muy apretada. Al día siguiente comimos en el restaurante de Paco Morales en Bocairente.
    Un saludo,
    Sambuquita (Angel).

  5. #5

    Aloof

    en respuesta a Sambuquita
    Ver mensaje de Sambuquita

    bien.eso es lo minimo que deberiamos tener todos los "veremeros".saludos.

  6. #6

    Craticuli

    Buen comentario para un menú muy "Adria".
    Saludos.

  7. #7

    Moonlight

    ¿No tomasteis vino con este menú?

  8. #8

    Sambuquita

    en respuesta a Moonlight
    Ver mensaje de Moonlight

    Moonlight, la verdad es que con tanto plato que comentar se nos había olvidado el vino. Tomamos un champagne, Tarlant Millésimé 1998 que, como no podía ser de otra forma, fue excepcionalmente servido y acompañó estupendamente todo el menú.

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