Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, y este es un ejemplo real. Cuando el chef de este local, tenia un establecimiento en Jorge Juan, acudimos a conocer su cocina y salimos, mas o menos como ahora, con una sensación bastante negativa.
Ahora ademas se unen, las instalaciones, está ubicado dentro de un hotel, se trata de una sala bastante grande, con varios apartados, no tiene una decoración fea, pero transmite una sensación de sala fría, desangelada, casi sin público, al final se ocuparon tres o cuatro mesas, que parecían mas de clientes de hotel que de otra cosa.
Mesas bien vestidas con separación adecuada entre ellas. Sala pendiente de las mesas, no hay quejas significativas al respecto.
Ademas, al menos de diario y al mediodía, los móviles funcionan con muchísima dificultad, según ellos, la existencia en los alrededores de muchos inhibidores de frecuencia son la causa de ese problema, incluso si quieres pagar con tarjeta, solo puedes hacerlo desde una esquina concreta del bar, es el único lugar donde funciona el datafono, bueno el datafono y el móvil, porque al llegar a ese punto geográfico notas que el móvil revive, empieza a recibir toda la información que tenias oculta y a emitir toda la información y fotos que intentaste subir a las redes. Casi me deja sin batería. Pero, están buscando soluciones, nos dicen. Pues menos mal, desde luego es impropio de un hotel de este prestigio.
Carta de comida breve con propuestas sencillas, desenfadadas, que pintan bien, al menos sobre el papel.
Mas amplia, pero no en exceso la carta de bebercio, con precios contenidos. Aquí nos hemos decantado por un Ramon Bilbao, rosado, DO Rioja ya conocido y que no desentona.
- Menestra de verduras de temporada con sopa de patata. Un platazo, muy buenas las verduras, al dente, interesante aportación de la sopa de patata. Sin duda un plato para recomendar.
- Raviolis rellenos de mejillones al jerez. Otro plato para recomendar, original, y un sabor muy conseguido.
Y hasta aquí la parte positiva de la gastro experiencia.
- Raya a la plancha con romescu y cebolletas. Primera decepción por culpa de una raya poco hecha y una salsa romescu sin ningún sabor. Así lo hicimos saber para su comunicación a la cocina. Ni hubo ni se le espera ninguna respuesta. Lo único destacable las cebolletas, esas si estaban buenas.
- Escalope de ternera con tomates asados y jugo de anchoas. Siguiente decepción, no diré nada del tamaño, es una ración valida para dos o incluso tres comensales. Carne mas bien durilla, pasada de fritura. Lo unico pasable el tomate asado, y eso, siendo generoso.
- Natillas de "chocoleche" con corquiñoles. Postre que en teoría recuerda a la infancia, pero mis recuerdos me llevan mas a unas natillas fluidas y no tan espesas como estas. Otra decepción.
Cafés con hielo, sin petit fours, ponen punto final a esta experiencia, que no generará recuerdos positivos precisamente.