Bonito local

Un local con casi 100 años de historia, en la zona del barrio judío, con amplias aceras y calle, sin tráfico, todo lo cual permite la consabida invasión de mesas especialmente para cenar, con la retirada del castigador sol de agosto.

Sin reserva y con malas perspectivas al llegar puesto que estaba lleno no, lo siguiente; gente en cola para la terraza y menos para el interior; además habia amenaza de lluvia con todo lo cual nos decantó a regañadientes por el interior.
Acierto pleno porque la espera fue aceptable y además empezó a llover y vinos entrar a la gente con los vasos y servilletas en la mano buscando cobijo como fuera.

El local es muy amplio con pequeños comedores (como salas de una casa) y pasillos cruzados; más al fondo un par de comedores amplios. Todo lo cual hace que haya mucha, mucha gente cenando a la vez y no se resiente tanto el ritmo de la cena (cuando empieza, antes la espera sí se hace larga) como temes al ver el panorama.
El servicio desde luego con este volumen de gente para cenar todos en un par de horas, es imposible que pase de voluntarioso y esforzado aún con mal resultado final.

Los consabidos 4 cubiertos y pan. Habia aceites, pero no nos llegaron a servir.
Agua Nepi con gas y San benedetto sin gas.
Vino Montelera Alta Langa de la casa Martini Millesimato 2007, un espumoso hecho con método clásico: muy curioso y cumplió a pesar de estar poco atemperado. Copas que no pasan de correctas. Buen ropaje de mesa, platos y cubirtos notables.

Para cenar:
Entradas:
. carciofo alla giudia x 5: vistas en la puerta, esas enormes alcahofas hechas a la brasa resultaron algo pasadas de fuego (el recuerdo de las de medio día era mejor). Te puedes llevar escrita la receta de como se hacen
. fiore di zucchina x 2: flores de calabacín: rebozadas con relleno de queso y en témpura. Logradas.

Principales:
. boletus x 2: vistos a la puerta con las alcachofas, nos las primetíamos muy felices. El resultado fueron unas láminas cortadas de forma desastrosa, hechas a la plancha y pasadas de fuego, servidas en cazuela de barro y que aún así llegaron frías a la mesa. Decepción total.
. trippa a lla romana: última oportunidad de tomar un plato típico romano: los callos. Bien sabrosos, bun punto de picante, buena ración. Recomendable.
. albóndigas de carne al Giggetto: cocina local, buen sabor de cordero. Más que albóndigas tiene el aspecto como fajitas rellenas de carne, todo bien salseado y reducido como para mojar cantidad de pan. Buen plato.
. cordero guisado con vegetales. Cumplió.
Las presentaciones en general son propias de cocina casera más bien para mojar pan que para la estética.

No hubo postres ni cafés. Solo sueño. Al hotel que nos vamos para el aeropuerto temprano.

Muchos altibajos en todos los aspectos: servicio, comida, ambientes.. complicados de valorar enuna noche de finales de agosto lleno ahasta la bandera con lluvia y cambios de mesas de los comensales de la terraza, etc...
Un local con mucho potencial en cocina casera de platos principales, que merece la pena especialmente para cenar por el ambiente y la terraza exterior.
Hay que reservar previamente y evitar época vacacional que lo desborda por desgracia.

Recomendado por 2 usuarios
  1. #1

    Joan Thomas

    Me hace pensar en las películas de Fellini sobre Roma.
    Saludos

  2. #2

    Abreunvinito

    en respuesta a Joan Thomas
    Ver mensaje de Joan Thomas

    Seria una calle perfecta para esos rodajes porque además es amplia para filmar bien.
    Saludos

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