Local en plena calle "guay" del viejo barrio francés que es como decir lo más bonito de la parte de la ciudad donde va todo el mundo (foráneo).

El restaurante es bonito, elegante, mesas apretadas aunque tenemos suerte de ser colocados en una redonda amplia a la entrada.
Buen menaje, copas y cubiertos. Servicio en sala de alto nivel.

Unas buenas cervezas Mecha (Nola), IPA y Samuel Adams y un buen pan hacen agradable la espera de la comanda tomada por el mesonero.
El vino Barnard Griffin 2014 de Columbia valley

Cena de grupo reducido con menú pactado.
. ensalada de gambas y tomates verdes sobre una base de pan
. filete de ternera "Stanley" sobre una salsa de vino, banana frita y rábano algo picante.
. pudding al praliné con helado de vainilla y crema de leche. Un plato poco estético pero sabroso.

Hubo quien cambió la carne por un pesacdo del golfo "Amandine" también sobre una salsa de vino blanco.

Unos cafés y los consiguientes comentarios sobre las propinas en EEUU y las recientes elecciones. Buenos temas de discusión.