Esta vez almorzamos en el comedor del altillo. Si sumamos a la respetable distancia entre las mesas, el hecho de que sólo tres estaban ocupadas, comimos la mar de a gusto. Servicio amable y solícito, aunque en alguna ocasión costó hacernos entender.

Compartimos unas pakora de verduras (3,50E) a sabiendas de que el plato principal tiene un tamaño respetable.

Esta vez elegí el pollo Jalfarezi (7,50€). Me gustó, aunque el pollo estaba algo reseco. Pica bastante.

Mi esposa tomó un Paalak–Paneer (7,50€), consistente en unas especiadas espinacas con queso fresco. A petición, se lo trajeron sin picante. Le gustó bastante.

Compartimos un arroz basmati (2,50€).

Para beber, un par de cervezas Cobra (3,25€/ud.) y un agua.

La verdad, bastante mejor que las opciones de precios similares que conozco por la zona.

Ubicado en una pequeña calle perpendicular a La Rambla, muy cerca del Teatro del Liceo. La entrada no invita a visitarlo. Dispone de un pequeño comedor en la planta baja y otro mayor en la planta altillo. Ambiente familiar. Me gustó ver familias indias comiendo. Camarero algo arisco de entrada, con tendencia a ensimismarse con la TV y pasar demasiado tiempo en la cocina, aunque sus recomendaciones nos gustaron, incluida la de un par de tiendas donde comprar especias. Mantelería y menaje sencillos. Servilletas de papel. Comida india. Disponen de carta y menú diario. También ofrecen platos vegetarianos. No miré la carta de vinos.

Comida para dos a base de un entrante para compartir y un plato principal para cada comensal.

- Surtido de pakora de verdura (5,50€) - De espinacas, coliflor, cebolla y queso. Acompañado de cuatro salsas: picante de cilantro, de yogur, chutney y verduras encurtidas. Pelín secas.

- Pollo Rogan Josh (7,50€) - Muy sabroso. Punto de picante ideal para mi gusto.

- Cordero al curry (8,25€) - Gracias a la falta de entendimiento entre mi hijo y el camarero, en vez de pedir media ración ha pedido que picase la mitad. A pesar de ello, ha necesitado un vaso de leche (al que nos han invitado amablemente, mientras al camarero se le escapaba la risa por lo bajini) para acabárselo. Muy bueno.

Raciones generosas servidas en pequeñas marmitas. Cuidados porque vienen muy calientes.

Para acompañar al curry hemos pedido un plato de arroz hervido (2,50€) de tamaño bastante respetable, con el que ha habido de sobra para los dos.

Para beber, una jarra de cerveza San Miguel de barril (2,25€) y un refresco (1,99€).

Raciones bastante generosas. Cuidado con el picante. El camarero nos informó que se puede pedir que la comida no lleve picante, aunque para mí pierda buena parte de su gracia. Como no soy experto en cocina india, sólo puedo decir que me ha gustado lo que he comido. Y también me inspira confianza haber visto a familias indias las dos veces que lo he visitado en apenas un par de semanas.

Una muy buena opción (http://bombayspicybarcelona.com/es/food.html) en una zona turística y plagada de locales pensados para que los visitantes muerdan el anzuelo.

Y si los postres no convencen, a un minuto andando está la heladería de los hermanos Roca.