Era el único que estaba abierto el 1 de noviembre

Tercer día en la provincia de Zaragoza, esta vez en la bonita ciudad de Calatayud.
Tras pasar el día visitando sus principales monumentos de arte mudéjar, su barrio judío y sus zonas de mas ambiente callejero, nos pusimos a buscar un restaurante para ir a cenar esa noche y cual fue nuestra sorpresa al comprobar que todos los mas famosos de la ciudad estaban cerrados y aparte cafeterías y fast-food , solo había un restaurante digno de ese nombre, abierto.

El Puerta de Terrer, está situado junto a la antigua puerta de entrada a Calatayud del mismo nombre, en pleno casco antiguo. El restaurante fue creado por Nora Gil y Roberto Rodriguez en el 2009 y su cocina está basada en la cocina tradicional aragonesa de mercado.

El restaurante, de estilo aragonés, es moderno, luminoso y su decoración es sencilla pero agradable. Es bastante espacioso, las mesas están bien vestidas pero para mi gusto algo cercanas las unas de las otras. Cubiertos y vajilla contemporáneos, copas correctas. El servicio de sala es amable y agradable. El servicio del vino, fue casi inexistente, pues éste estaba incluido en el menú. Nos propusieron probarlo y nos dijeron que si queríamos otro podríamos cambiarlo abonando evidentemente la diferencia, optamos por el vino del menú.

Mientras ojeábamos la carta nos sirvieron unas aceitunas. Tomamos el menú especial a 25 €/persona, todo incluido.

Como entrantes tomamos :

Calamares encebollados a la plancha con guarnición de ensalada Los cefalópodos estaban totalmente rellenos de cebolla, lo que a mi gusto les daba un sabor demasiado dulzón, que dominaba sobre todo el resto y mataba el plato

Alcachofas rellenas de marisco con guarnición de ensalada MC las encontró buenas.

Seguimos con el plato principal, que fue el mismo para ambos :

Paletilla de Ternasco DO Aragón asada, con patatas y tomate Aquí hubo división de opiniones. Voy a explicar el porqué. Al pedir este plato nos dijeron que solo quedaba una paletilla, y poco después vinieron a decirnos que no había problema que también había otra. Pero si que hubo problema... mi paletilla estaba excelente y tiernísima, pero la de MC, "la aparecida", debió sobrar al mediodía, porqué estaba recalentada... reseca e incomible. Las patatas eran de buena calidad.

El pan, que nos sirvieron era congelado.

De postres tomamos una Flan de queso y una Tarta de coco Buenos.

Como vino, nos sirvieron un tinto Baltasar Gracian El Político DO Calatayud 2015 Bodegas San Alejandro (Miedes), Cepages 100% Garnacha tinta, Vino tinto joven bien equilibrado.

Finalizamos con dos cafés.

La cuenta ascendió a 25 €/persona. RCP correcta. Cocina muy irregular y poco "clean" con el cliente. Un restaurante del montón al que no volveremos. Fue una lastima no haber podido ir a Casa Escartin o al Meson de la Dolores, o al restaurante de nuestro hotel, Luz de Led, que tenia buena pinta.