Visitando Palacio Real
De visita palaciega te obliga a comer en la zona. Esta calle es un local de comer detrás de otro, sin mucho criterio más allá que lo que ves en el plato al pasar.
Al final caimos en este lugar entre otras cosas porque habian 2 mesas en la pequeña terraza libres y nos permitia repartirnos en ambas.
La mesa de mujeres comió aparte y costó algo más barato pero no puedo opinar. En la mesa de hombre, 4 comensales a por plato único ya que las raciones se anuncian grandes:
. tallarines Antigua Reggia: referenciados como buenos
. la grande impanata x 2: de regular aspecto y mejor comer la carne y el rebozado
. filete de atún a la parrilla: buena ración, bien de punto de fuego estando crudo el interior (así se pidió). Buena compañia de salteado de verduras y setas.
. 2 de patatas fritas de acompañamiento que debían ser de los escalope milanesa pero compartimos.
Para beber 3 cervezas Fischer y 1 Moretti tostada, más tres jarras de agua no mineral (buen detalle al pedir agua) y una jarra de vino rosso de la casa de Barbiera d´Asti bastante aceptable.
Rematamos con 4 cafes y 3 grappas blancas Luigi Francoli más un dulce Passito interesante.
Poca chachara que ya nos toco entrar a la visita.
No elegimos mal para salvar el escollo de comer de visita turística.