Agridulce con buena terraza

La verdad es que hacía bastante tiempo que queríamos probar este restaurante, habíamos intentado reservar en varias ocasiones, sin suerte, desde hace tiempo, parece que es uno de los restaurantes más populares de la “part alta” de Tarragona, por eso me ha extrañado que no haya ningún comentario en Verema.

Ubicado en el edificio del colegio de arquitectos de Tarragona, obra de Rafael Moneo, por lo que he podido leer.
Tiene una bonita terraza en la plata baja, que es la que usan para dar comidas y otra en segundo piso para grupos.
La terraza está muy bien ambientada, ideal para las noches de verano, mesas bien dispuestas, eso si, mobiliario de terraza.

Servicio entregado, especialmente por parte de la persona que parece que es la dueña, con don de gentes, amabilidad y adaptándose a las necesidades del cliente, el resto correcto.
Ya nos informan que podemos combinar la carta como nos parezca, a lo tradicional o a compartir platos.
Nosotros optamos por ambos, dos primeros para compartir y dos segundos.

Los primeros son de buen tamaño para compartir, es más, diría que estos medios en algunos restaurantes son enteros…
Nuestros dos primeros fueron, un canelón de verduras con bechamel de sobrasada, canelón de pasta brick o similar, que aporta crujiente, la bechamel de sobrasada nos llamó la atención, esperando algo más contundente, pero el resultado es una bechamel suave con recuerdos de sobrasada. A mi mujer le encantó, a mí me pareció un plato bastante correcto.
El otro segundo, una tosta mar y montaña, base de pan fino, con puerro pochado, gambas y morcilla, explosión de sabor, sin duda, la forma de cocinar ese puerro es la clave, no se cómo lo hacen, pero el resultado final es fantástico.

Los segundos. Dos bacalaos, uno con una salsa de fresas y otro con una salga de ajo blanco, comentaré el mío, el de ajo blanco, un pelín seco el bacalao, y puede que algo salado de mas, la combinación con la salsa de ajo blanco más atractiva sobre el papel que sobre el plato.

Respecto a los vinos, carta corta, los cuatro o cinco Riojas y Riberas, comerciales, sin embargo, los vinos de D.O. catalanas, bastante menos conocidos, al menos por mí, probamos un muy correcto Noster Inicial (16€ creo), copas correctas y poco más.

Me quedaron sensaciones agridulces, entre muy buenas de la tosta mar y montaña y el “pse” del bacalao, en general el restaurante es atractivo debido a su terraza, especialmente en verano, habrá que seguir probando algún plato mas para confirmar la sensación.