El retorno de Thai Garden al barrio de Salamanca.

Mucho tiempo ha pasado desde que el Thai Gardens (antiguo nombre) comenzara en el barrio de Salamanca su periplo por la capital, que le llevo a estar situado primero en Jorge Juan, trasladarse después al P. de la Habana, y ya como Thai Garden 2112 (actual nombre), en Arturo Soria, donde aun se mantiene y ahora retornar al barrio de Salamanca, con su segundo local capitalino.

Tiempo atrás, ha quedado aquel primer local, que hacia las delicias de los aficionados por su decoración, muy bonita por cierto, y por ofrecer una cocina, en aquellos tiempos, novedosa, diferente, bien elaborada. Pero que por la proliferación de famosos, famosillos y famosetes, junto con sus fieles seguidores, comenzó a desplazar a los aficionados de la cocina thai, dejando el lugar solo apto para "ir a ver o a dejarte ver".

Posteriormente cerraron el local y se trasladaron al P. de la Habana, edificio de dos plantas, donde después de su cierre estuvo ubicado, hasta su desaparición, el mercado de Isabela. Particularmente, me gustaba mas este local, por la decoración y porque aquí, salvo una famosa actriz que vivía o vive muy cerca, solo era utilizado por los aficionados a la cocina thai, y a pesar de que la cocina ya no tenia el mismo nivel.

Cierre y con un nombre nuevo reaparece en Arturo Soria, donde aun permanece, ocupando una especie de chalet con un importante jardín, donde seguro que en las noches de primavera, verano u otoño, haría las delicias de su clientela. Solo lo visite una vez, hace mas de tres años, no me dejó una impresión imborrable.

Ahora han abierto un nuevo local, que supone su retorno al barrio que les vio nacer.

Dos plantas, calle y sótano, con una terraza - dicen ellos- , que yo calificaría como patio, decorado con figuras budistas y una cascada de agua que entran por el suelo al interior del local a través de unos canales, iluminados y protegidos con un cristal, que recorren gran parte del suelo del sótano. Con ello se alude al segundo nombre de este local: Thai on the khlong. (1)

(1) Un khlong (en tailandés, คลอง) es la denominación que reciben los canales fluviales, naturales y artificales, que recorren la llanura central de Tailandia, formados por los ríos Chao Phraya, Ta Chin y Mae Klong. La palabra también se aplica a muchos ríos pequeños, llamados con la palabra khlong seguida de su nombre propio.

La decoración esta dominada por la madera, en todos sus formatos y variantes, suelos, paredes, que junto a las figuras y adornos de inspiración budista, y la proliferación de plantas, me recuerda y mucho al viejo local del P. de la Habana.

La atención en sala, sigue siendo uno de sus puntos fuertes. Son muy amables y muy atentos a las mesas.

Carta de vinos, escueta, sin referencias dignas de mención pero con precios severos. Igual sucede con el agua o los cafés, precios severos. De este apartado, nos decantamos por un verdejo, DO rueda, sencillo, ligeramente afrutado, agradable, Palomo cojo.

Carta de comercio, muy amplia con precios no excesivamente altos, al menos para el recuerdo que tenia de sus primeros locales. Según la propiedad, se trata de cocina del norte de Tailandia adaptada al gusto occidental.

Disponen también de un menú degustación, que consta de cinco entrantes, cuatro principales, un arroz de acompañamiento y un postre, (36€ , sin bebidas, iva incluido), con el que no te quedaras con hambre. Para este primera visita, esa fue nuestra elección.

Al inicio te traen salsas de soja y agridulce, al pedir alguna con algo de pegada, otros dos, una que estaba muy buena, con color rojo intenso - su versión del ketchup-, ligero picor y un muy bien sabor, y otra - según ellos de nivel medio de picor, para mi excesivo -, construida con chiles finamente picados. Para los valientes, disponen de otra, - que sirven solo si el cliente expresamente la solicita-, que consideran que no es válida para todos los paladares.

- Kai satee. Brocheta de pollo marinado en leche de coco y hierbas con salsa de cacahuete. Bien de sabor, carne un tanto dura.

- Poh Pia Tod. Rollito primavera estilo The Garden. Similar a los rollitos vietnamitas.

- Khung Tood. Cola de langostino rebozado. Buen producto.

- Kanom Gib Khung. Empanadilla de langostino cocida al vapor. Original, compacto, muy relleno.

- Perlas Thai. Vieira salteada en salsa de soja y hierbas aromáticas. Buen plato. Vieira fresca y bien cocinada.

- Yam Mamuang. Ensalada de mango fresco, aliñada con salsa de tamarindo y zumo de lima. Corte refrescante que sirve para limpiar el paladar y prepararlo para los platos principales.

- Kai Bai Toey. Pollo marinado en salsa de tamarindo y envuelto en hoja de Bai Toey. Excesivamente duro, imperceptible la presencia del tamarindo.

- Keeng Khloa Khung. Cola de langostinos al curry verde con verduras. No está mal el plato.

- Kai Phat Nam Prik Pao. Pollo rebozado en tiras y panceta de cerdo, salteados al wok, con verduras, chili rojo, anacardos y canela thai. Buen sabor en general, aunque como sucede con casi todas las carnes, demasiado duras, demasiado fritas. Sin ese defecto, hubiera sido un muy buen plato.

- Massaman Thai. Carne de buey al curry rojo con patata y anacardos. El mejor plato, emho, carne tierna y jugosa, con un curry muy bueno.

- Khao Suai. Arroz blanco perfumado. Un arroz blanco apelmazado cuya utilidad es acompañar. Pues eso.

- Dulces y frutas. Clásico postre de este grupo. Unos trozos de piña, kiwi, lichi, una porción de flan y un pequeño coulant de chocolate. Un postre que no está mal, pero anodino.

Cafés con hielo, para no variar.

En resumen, es un sitio al que se puede volver ¿Por que no? Pero que, salvo por la decoración y la amabilidad del personal, no llama extraordinariamente la atención; su oferta gastro es discreta. Nada está malo, pero nada es maravillosamente bueno, ningún plato quedará fijo en la memoria. No obstante, en su conjunto, es mas agradable que otros lugares que presumen de oferta gastro y viendo su carta, hay platos explorables.