A la vera del rio Gueña y cerca del famoso puente con la cruz que tiene la población se ubica, bajando unas escaleras, este local en un paseo peatonal junto al río. Si hay que aparcar conviene intentarlo al otro lado del río.

Dispone de una terraza exterior más unas mesas en la acera; el local interior tiene otras cuantas mesas y una larga barra a la izquierda. Las mesas son de madera amplias para parejas con mantel de papel compartido y cubiertos copas y vajilla de batalla como suele ser en las sidrerías y más esta que está apartada del paso siendo visitada por lugareños que se saludan continuanmente. Es curioso que en Cangas de Narcea hay bares de vinos, mientas que en Cangas de Onís casi el 50% de los locales son sidrerías. Aquí la escancian bien en la calle.

Servicio joven, atento y amable. No hay carta de vinos; tampoco estamos por la sidra. así que nos quedamos en el recurso de la cerveza de los vecinos (Estrella Galicia) y un agua mediana.

Vamos de cena de picoteo, así que compartimos, y acertamos porque las raciones están planteadas mucho más allá de ser un plato individual y así nos lo aconsejan:

. pata de pulpo a la brasa: una pata de pulpo de gran tamaño, lástima que los pulpos no tengan doce patas porque ya va faltando pulpo para lo que se consume y más en esta zona. Perfectamente tierno pero consistente, a la brasa adecuada y con buen aceite para mojar el pan; acompaña un gran pimiento del piquillo y un trozo de pimiento rojo asado pero al dente. Recomendable.

. lacón con cachelos: una bandeja de patatas caseras hervidas y aliñadas y sobre ello y tapando de sobra hasta que no se vean las patatas, una porción enorme de lacon desmigado, sabroso, tierno y jugoso. Muy bien.

. fritos de leche: más conocido como leche frita; dos buenos pedazos casi crujiente por fuera y de consistencia semisólida por dentro, sabroso sin excesos lácteos y ajustado de canela. Muy bien.

Por supuesto hay pan, un buen trozo de pan bien cocido y miga esponjosa. Con todo ello no nos atrevimos a añadir alguna cosa más que se quedó en cartera como las almejas a la sidra, el probe (morcilla frita), su cachopo finalista en 2019, su queso Gamoneu y un montón más de tapas raciones y ruedas (conjunto de varios elementos como picadillo probe, chorizo a la sidra, tortos..) fritas y no fritas que son para volver y volver.

En otros lares hubiera sido insuficiente, pero aquí -de Castilla para abajo- eso no se lo come para cenar ningún valiente. Menos mal que nos frenaron en la comanda.