Nueva visita a este hotel restaurante. Poco que añadir a mi anterior comentario. Pocos cambios de un año para otro. Servicio aceptable y carta de vinos un poco más amplia pero sigue siendo corta, aunque aquí lo principal es la comida, buena materia prima, sobre todo la carne de ternera. Seguirá siendo parada habitual para mi.

Hotel restaurante con precio muy asequible para todos los bolsillos. Tiene un bonito y amplio comedor con una agradable vista al río que cruza el pueblo. Servicio formado por chicos jóvenes, no son unos expertos, pero muy amables y simpáticos. Todo sin muchos lujos, hace poco que existe carta, pues era de memoria. El lujo empieza aquí; hago, al menos un par de visitas al año, y suelo ir a tiro fijo: las almejas a la marinera son entrante obligado, tanto por calidad como por cantidad. El rape está muy bien, pero lo mejor es la carne a la parrila, filete, chuletón y por encima de todo, el churrasco de ternera, se superan día tras día. Te sirven un trozo y vuelven cada poco por si se quiere más, para que siempre esté caliente. Siempre pido que me lo sirvan en tabla de madera.
El tema del vino se queda muy por debajo. Hasta esta última visita no supe que tenían carta, aunque pequeñísima, cuatro riojas, algún Ribera y unos pocos más de los gallegos. Como me vieron interesado en el tema me pusieron una copa grande y pude disfrutar de un buen Ribeira Sacra.