Oooooye pues se come muy bien en el lugar. Enga, los pecholobo caminito del Parque Sindical y por la sombra. Los demás, seguimos.
Tenía este lugar apuntado desde hace eones. Otro a tachar de la lista. Pequeñito. Mucho más de lo que pensaba, pero vaya, que a mi me pasa como a las gallinas; me das un palo y me aposento.
Restaurante directo, de los que pueblan la ciudad en estos últimos tiempos. Asiento, mesa, carta clara y limpia. Servicio agradable, atento. Pim-pam-pum.
Me sorprende que la carta de vinos es más larga que la de platos. Reviso la de platos. Uy, pues sí, es más larga la de vinos. Hay de todo en la de vinos. Precios que no terminan de agradar y otros que sí, que uno se piensa que igual se pediría la botelluca entera. ¿Vinos por copas? También tienen. No muchos, pero vaya, para salir del paso (yo) me vale. Manzanilla La Bota de 50 y pico. Un verdejo que no recuerdo y el básico de Dr. Loosen, que me repele sobremanera. En totá, que me enchiquero con La Bota; que yo soy muy de enchiquerarme.
La manzanilla fuese con un cebiche de pulpo, vieira y jurel. Que sí, que yo leo en una carta, jurel, chicharro, verdel o caballa, mesenublalavistadeltó y me voy de cabeza. La amable camarera me avisa que lleva un tipo de chile e igual pica un poco, pero es soportable. Y lo es. Un picor bien rico. Ese picor de sufrimiento -2, en el que ya se te empieza a ablandar el velamen, pero quieres más. Refrescante el cebiche.
De segundo un saltado de lagarto. Nuevamente la amable camarera, preocupada por mi integridad mental, me explica que el lagarto no es el simpático reptil, si no un corte del cerdo :-) ¡Qué maja! :-) Muy rico el plato. Muy hogareño. Este plato se fue con una copa de Gaba do Xil tinto.
Vamos a tocar un poco las narices: El vino. Aunque había suficiente en la carta como para encontrar algo apetecible a un precio asumible (y también precios ridículos) el precio del vino por copas es absurdo. La manzanilla a 4,8 EUR. El Gaba do Xil tinto a 4,5 EUR. Sí, el Gaba do Xil tinto a 4,5 EUR. Un sinsentido.
Otro más. Aun siendo un sitio muy agradable para comer me resulta un sitio para ir si estoy por la zona con hambre, pero no para darme un paseo hasta allí a propósito. ¿La razón? Ahora mismo en Madrid hay un churruscón de sitios que hacen este tipo de comida en todo rango de precios y entornos.
¿Volvería? Sin duda, pero si me pilla por allí con hambre.
P.S. El precio pagado también incluye una botella de agua sin gas de Mondariz.
P.S II Y recordemos que Mondariz será Mondáriz cuando nariz sea náriz.