Una pequeña joya en medio de la nada, remanso de paz en un pueblo abandonado, rodeado de bosques. En la antigua rectoría del pueblo. Tranquilidad absoluta, y comida navarra de mucha calidad.
Acaban de abrir, por lo que la bodega es aún muy escasa, limitada a vinos navarros (Ramón, el dueño, es de Navarra ¿se nota?).
Quieren rehabilitar una casa anexa y hacer 4-5 habitaciones, con lo que mejorará aún más.
Excelente relación calidad precio.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.