El informal (taberna) mantiene la buena calidad del atún de su hermano mayor (El Campero de Barbate) en la vecina localidad de Zahara de los atunes. Aquí es más difícil conseguir mesa ya que se trata de un local con pocas mesas como restaurante en la zona más interior complementado con mesas (barriles) y sillas altas en la zona más exterior del local y un añadido igual para una terraza exterior cubierta ganada sobre el asfalto; eso sí hay, un muy eficiente gestión de mesas y lista de espera, y si a eso añadimos también eficiencia y amabilidad (y conocimiento) en el servicio de mesas, consiguen seguramente mínimo de 3 servicios por mesa en la zona de sillas altas.
Merece la pena destacar la decoración muy marinera, sin perder glamour. En la zona de sillas altas las mesas han sido sustituidas por barriles con una tabla redonda que amplia el espacio para dos (bastante escaso para más comensales): la avjilla, cubertería, etc.. sin destacar pero bien.
La carta de comidas está dedicada al mar y a su rey de la zona: el atún rojo de almadraba aunque algunos de los que comen pronto y hablan raro se siguen empeñando en comer pael.la (arroz con cosas, más bien); un par de carnes testimoniales para los alérgicos al pescado y marisco.
La carta de vinos es muy variada, versátil y con referencias interesantes imposibles para los conductores (sigo a la espera de vinos generosos desalcoholizados -algo imposible me temo-). Optamos por la consabida cerveza sin más el tinto de verano para la acompañante.
Decidimos dar oportunidades a las partes del atún y el orden de servicio lo puso la camarera en función del pedido (y de su % de grasa):
. aperitivo de la casa: patatas aliñadas con aceite y perejil muy buenas y que te obliga al extra de pan y picos, por cierto, bueno.
. tarantelo de atún: ración de 150 grs. Sin duda lo mejor de lo mejor del atún y perfecto punto casi crudo. Imprescindible.
. morrillo de atún a la plancha: ración de 200 grs. Muy bueno bien presentado y muy bien de sabor y textura. Recomendado.
. atún encebollado: ración de 150 grs. Por aquelo de tomar algún guiso de atún. Quedó en último lugar destacado.
. pastel de queso con panal de miel y helado de yogurt: muy bueno con sabores y texturas y temperaturas diferentes. Completo y merece la pena.
Rematamos con cafés sin más añadidos. Si me ofrecen un chupito de orujo de moscatel, les pido un tapper para el hotel.
La verdad es que no nos atrevimos a repetir, por lo extenso, el menú de El Campero de Barbate, pero vistos los precios actuales en Zahara, me parece barato el otro, pero hay que echarle entrenamiento gastronómico para completar tanto plato de atún en el menú degustación de Barbate.