Comunicado a verema en septiembre de 2019.

Y otra cena más, para acabar de probar alguna cosilla que nos había quedado pendiente. Esta vez fue algo mucho más ligero.

- Ensalada de tomate y ventresca (8,40€) - Nos apetecía algo fresco y ligero.
- Ventresca en escabeche (9,50€) - Me gustó el punto ácido del escabeche. Excelente ventresca.
- Calamarcitos con verduritas (10,20€) - Por poner una pega, supieron a poco.
- Dados de solomillo y foie (11,80€) - Después del atracón de la noche anterior, opté por no probar este plato... Pero olía realmente bien y tenía un aspecto más que apetecible.
- Pan con tomate (3,50€) - Buen pan, buen tomate y buen aceite. Muy bueno.

Para beber, una botella grande de agua (3,-€), una clara (1,60€) y una infusión (1,90€).

Esta vez también salí contento y pude dormir sin sobresaltos :-D

Como nos quedamos con ganas de probar algunos platos, repetimos para cenar, esta vez tan solo cuatro comensales. Ambiente más relajado y servicio más rápido.

Tomamos unas tapas para compartir:

- Ensalada de tomate y ventresca (8,40€) - Muy buena.
- Patatas bravas (5,-€) - Mi hijo no perdonó...
- Rabo de ternera (8,50€) - Delicioso.
- Callos con garbanzos (7,50€) - También llevaban oreja. Picantes, como debe ser. Fantásticos.
- Pies de cerdo (8,50€) - A pesar de no estar deshuesados, me encantaron.
- Croquetas de pollo y de jamón (0,90€/ud.) - Muy buenas.

No llegamos a los postres.

Para beber, una botella grande de agua (3,-€), una botella de un vino que no se comercializa, Roturas crianza 2014 (13,90€), elaborado, tal como indica la propia etiqueta, tan solo para amigos, y una infusión (1,90€)

Pasé una noche malísima con ardor de estómago debido a la sobredosis de comida, pero salí encantado del restaurante.

El precio corresponde a lo que tomé yo, que fue mucho.

El local lleva abierto más o menos un año. Nos lo recomendó una amiga del propio pueblo. Comedor bastante amplio con separación de las mesas correcta. Servicio atento y servicial. Buen menaje, copas Rona más que correctas. Carta a base de tapas y arroces, con algunas sugerencias del día. Postres caseros. Carta de vinos un tanto anárquica, principalmente con referencias muy poco conocidas con precios x2 aprox. Nos comentaron que la estaban cambiando.

Almuerzo familiar a base de unas tapas para compartir y un arroz de segundo:

- Patatas bravas (5,-€) - Cortadas a gajos y aliñadas con allioli y salsa barbacoa. Clavaditas a las de casa.
- Mejillones al vapor (6,50€) - Sabrosos y en su punto de cocción.
- Berberechos al vapor (9,50€) - De buen tamaño. En su punto.
- Berberechos a la plancha (9,50€) - Un pelín más secos que los anteriores.
- Mollete "El doble negro" (4,10€) - Montadito de dos bocados a base pan negro, negro relleno de morcilla y allioli de manzana. No entusiasmó.
- Mollete "El pepito rojo" (4,10€) - Llevaba pluma y un queso fuerte, tal vez Roquefort. Tampoco despertó pasiones.
- Mini hamburguesa (4,80€) - Mi hijo no dio opción a que la probásemos. Buena presentación.
- Huevos rotos con jamón (8,10€) - Muy buenos.

De segundo elegimos tres arroces diferentes de los cuatro ofertados, todos con buen punto de cocción:

- Arroz negro (11,50€) - Bastante bueno.
- Arroz marinero (14,70€) - El que menos gustó. Falto de sabor.
- Arroz con bacalao y verduras (12,50€) - El que más gustó. Sabroso.

De postre:

- Tarta de queso (3,90€) - Muy buena.
- Flan de queso (3,90€) - Muy bueno.
- Tarta de chocolate (3,90€) - Tipo semifrío. Muy buena.
- Helado de chocolate blanco con chocolate negro (3,90€) - El chocolate negro era líquido pero frío. El chocolate blanco, insípido. No le encontré sentido a la combinación.

Mi sobrina tomó un menú infantil (8,50€), pero no recuerdo qué incluía.

Para beber, un par de botellas de agua grandes (3,-€/ud.), un par de cañas (1,50€/ud.), las últimas 2 botellas de Vinya d'en Ferran 2008 (21,-€/ud.) a un excelente precio, servidas con su cubitera.

Nos gustó mucho. Tanto, que repetimos un par de veces.