Lo cierto es que no tenía pensado realizar entrada del restaurante, poer visto que está ya introducido, pues aprovecharé para meter la valoración.
Segunda visita al restaurante, la primera sería unos tres años atrás, que aunque no ecuerdo el motivo, el resultado no fue muy allá, además por ninguno de los tres que fuimos en su momento. Aprovechando de nuevo uno de los decuentos compra en grupo, decidimos darle una oportunidad, ya que es una magnífica manera de establecer un primer contacto con un restaurante con el que no las tienes todas contigo, de forma de que en el caso de no salir contento, por lo menos la cartera tampoco se resiente en exceso.
Muy bien bien situado, en el centro de Zaragoza, la sala es más bien pequeña, con las mesas próxima, aunque no muy grave, decoración, menaje y demás, bastante normalillo todo. Servicio cordial y agradable.
La propuesta grastronómica, una mariscada para dos, teóricamente valorada en 72 €, con unas vieiras gratinadas de entrante y un postre a compartir. Todo por 29 € de los dos. Al final nos dieron lo que pagamos, sin descuento, ni oferta ni nada, mariscada low cost, pero low, low. Un par de gambas y un par de cigalas grillo congeladas para cada uno, un par de chipirones (sin patas siquiera), y medio bogavante que apenas llegaría a los 400 grs estando entero, unos cuantos berberechos y mejillones para aburrir, delante unas vieiras que eran pura bechamel con algún trozo de gamba, y de postre pues tarta de chocolate de supermercado con una bola de helado de vainilla. Flojo, flojo. Antes de esto nos ofrecieron algún entrante de la carta, y nos animamos con un par de tostas (sin tostar), una de foie a la plancha y una de perdiz escabechada con un paté por encima, normalillas, a 4,5 € cada una. Tanto mi mujer como yo, salimos con hambre.
Carta de vinos media, con buen porcentaje de blancos/tintos (de hecho casi al 50%), pero con referencias tipiquísimas, y muy, pero que muy cara, a 15 € el Barbadillo sin ir más lejos. Nosotros optamos por un Waltraud que no tenían, y nos ofrecieron VdV Riesling por 18€, y del que no tenía ni idea de su existencia. las copas, para blancos ni tan mal.
Resumiendo, dudo que le de una oportunidad de verdad. Al final, con aguas, cafés y demás, incluyendo el cupón: 64,50 €.
Por cieto, el nombre exacto es Alta Taberna del Mono Loco.
Magnífico "Arroz caldoso con bogavante". Estupendos entrantes "Ensalada noruega" (de bacalao), "Virutas de perdiz templada con foie", etc. Muy buenos postres. Servicio del vino normal, sin estridencias. Disponen de cubiteras suficientes. Amplia carta de cavas, no tanto la de vinos.