En busca de una arroceria "de confianza", cuatro personas se personan en este local.
Sitio pequeño, razonablemente comodo/incomodo,- dichosa puerta que no se cierra y hay que levantarse a cerrarla-; capacidad corta, pero, oigan, totalmente ocupado y llegando personal pidiendo mesa.
Funciona por menus a 22€/pax , que incluye:
- Entrantes (los del dia) sin opcion a cambio
- Arroz a elegir de una lista, en principio a mesa completa. Al ser 4 personas, hemos podido optar por dos diferentes, todos a compartir.
- Postres (los que toquen en el dia de marras) y café.
En el precio no se incluye el agua ni el vino. No obstante, el precio es competitivo.
Servicio de sala, amable y con ganas de agradar.
Hoy tocaba como entrantes: porciones de queso, butifarra y medios tomates rellenos de ensaladilla.
Como arroces, un Arroz a banda, que al que escribe no le ha gustado nada, y un Arroz "de pueblo", en el que la presencia de la morcilla y los garbanzos, le cambia suficientemente el sabor, como para hacerlo "potable"
En el capitulo postres, bizcocho de chocolste, helado, y otra cosa de color rosa, de cuyo nombre no me acuerdo.
Protos verdejo, agua y cafés, acompañan y ponen punto final a esta visita, donde lo unico destacable es la compañía, y a seguir la ruta buscando un arroz que merezca la pena.