El heredero

El cierre de Sirco primero y Sirco Airlines fue en mi opinión una gran pérdida para la oferta gastronómica de Tarragona capital. Suerte que al menos no hayamos perdido a Josep y su equipo del todo al haber abierto este local en Salou. Lástima haya que que coger el coche pero todo no se puede tener.
El restaurante está dividido en 2 partes bien diferenciadas, la entrada con barra y varias mesas tanto estándar como altas, y separado por una puerta corredera un comedor interior de decoración muy moderna, en tonos claros y suelos de diversos tipos, con proyección de videos en las paredes. Desde luego original lo es.
Nosotros cenamos en una de las mesas altas de la entrada, estuvimos bien.
Carta centrada en cocinas de diversos continentes, con combinaciones de sabores y muy cuidada presentación de los platos, de hecho varios de ellos los rematan los camareros en la mesa, aportando un animado toque de espectáculo.
Como aperitivos de la casa la galleta de parmesano, la esferificación de olliva y las cortezas bañadas en chocolate.
Tomamos calamares a la romana, tiernos y con acompañamiento agridulce, carpaccio de boletus con foie, lienzo de Foie, pizza de gambas de la playa, ternera Gua Bao y carrilleras de atún rojo.
El lienzo de Foie es espectacular, presentado el taco de micuit en una paleta de pintor con manchurrones de pintura que son en realidad mermeladas diversas.
La pizza se ve rociada en el último momento por el jugo de las cabezas de gamba exprimidas ante el cliente.
La Ternera consiste en 2 especie de empanadillas de pan muy blandito con la carne en su interior, especiada y sabrosa.
Las carrilleras de atún me precieron exquisitas, difícil de diferenciar de las de animales terrestres.
No tomamos postres.
La carte de vinos es interesante y bien nutrida, algunos caldos de mucho precio imagino que pensando en la clientela extranjera de alto poder adquisitivo que veranea en la Costa Dorada. Se ve completada con una oferta muy interesante de cervezas con explicaciones completas en cuanto a tipo y nota de cata.
Copas Riedel y servicio del vino de calidad.
Menaje también de categoría.
El equipo humano funciona muy bien, profesional y excelente de trato, con el local lleno creo necesitará más personal.
Lo dicho al principio de la crónica, afortunadamente no hemos perdido del todo este tipo de cocina, sigues disfrutando del producto, de la elaboración, de poder comentar la jugada con el cocinero. Si te gusta todo eso éste es muy buen sitio.