Un hindú por Torrejón
Lo que otrora fuere un conocido mesón castellano de la localidad con decoración taurina por doquier ahora es… un restaurante hindú. Obviamente, las cabezas de astado vigilantes del servicio de comidas y las fotografías de Jesulín y compañía han desaparecido, habiendo sido sustituidas por una especie de tapices más acordes con la actual cocina del local que, aunque pequeño, mantiene una correcta separación entre las mesas.
Cena en pareja, ambos neófitos en el tema de las especialidades gastronómicas de la antigua colonia británica. Como aperitivo mojamos una fina torta (papadam) en dos salsas, una suave de tomate y cominos y otra más contundente y picante con una especie de pequeño pimiento rojo dentro. A continuación compartimos un par de entrantes, samosa de verduras (ricas empanadillas) y paneer mirchwala (sabrosas brochetas de verduras fritas especiadas y pastelitos de queso hindú). Como platos principales disfrutamos de un estupendo y jugoso pollo tandoori (macerado en una mezcla de yogur, jengibre, ajo y especias y asado en el horno tandoor) y murg sag (tiernos trozos de pollo y espinacas con una salsa especiada). Lo acompañamos de un buen arroz basmati con verduras y de un golosón pan con frutos secos (peshawari naan). Después de tanta especia se agradecieron dos dulces postres, pistacho kulfi (helado casero con pistacho) y mango lassi (batido de yogur con mango). Y para rematar la faena, té masala (té negro de Darjeeling con clavo, canela, cardamomo y laurel) y té hindú (igual que el anterior pero con leche añadida).
Un puñado de clásicos forman la carta de vinos entre los que se han infiltrado un par de referencias manchegas de Bodegas Calar (Calar del Río Mundo y Ábrego) poco habituales en este tipo de locales. En cualquier caso, unas refrescantes cervezas hindúes Cobra llamaron nuestra atención y terminaron mitigando convenientemente los efectos de las especias.
Cristalería, cubertería, mantelería y vajilla corrientes. El servicio fue rápido, atento y eficaz, aunque solo había otras dos mesas más ocupadas por sendas parejas. Al hacer la reserva a través de una conocida web disfrutamos de un descuento en carta del 25%. Volveremos para probar más cosas.