Demodé, pero ¡qué balcón en fallas!

Local situado en el 6º piso del edificio de El Ateneo Mercantil de Valencia en pleno centro de la ciudad.
Comedor alargado con capacidad de muchas mesas, bien separadas, bien vestidas aunque con sillas incómodas para estar un buen rato. Sonoridad catastrófica por la presencia de muchos ventales tanto a un patio interior (aprovechado por los fumadores) como para el balcón exterior que es una maravilla especialmente a medio dia de fallas para ver la mascletá. Lo malo es que necesitas un socio que te invite a entrar y pagar 6€ por estar sin ser socio.

Comida en menú cerrado ya que todos nos sentamos a las 14.12 h en cuanto acabó la mascletá, lo que haría imposible la comnada para más de 100 personas que estábamos en el comedor, cada uno de s padre y de su madre.

Para beber (includo en el precio del menú) un bobal de Señorio de Mestalla llamado pretencisamente tinto de autor y un Miracle 120 aniversario 2015 de poco interés, en botellas para servirse la copa incluida y más si hiciera falta. Un correcto aceite Sierra de Utiel. Agua de medio litro que no recuerdo.

Dos para comer en mea central del comedor: entrantes al centro:
. ensalada capresse con mozarella de búfala y anchoas del Cantábrico: mucha rúcula, anchoas en filetes pequeños, pero cumple todo.
. buñuelos de lomo de bacalao con mayonesa de cítricos y fresas: pedazos de lomo rebozados y fritos más que correctos; la salsa muy buena de sabor pero muy dificil de combinar ya que la potencia de la fresa se impone a todo lo que toca.
. langostinos cocidos con salsa cocktail: hacía años que no tomaba este clásico platos de la BBC (bodas, bautizos y comuniones); buenos los langostinos y la salsa cocktail (rosa) nunca me ha gustado.

Principal:
A elegir entre paella de pato con boletus edulis y escamas de foie: resultó una paella de pollo (inlcuidos caracoles) con escasos trozos de pato y no me tocó ningún boletus ni foie. El arroz estaba bien hecho de cocción y sabor.
Se quedaron sin coger papillote de corvina y las chuletas de cordero.

Postre:
De los profiteroles con chocolate, lingote de queso y arándanos, y la tarta de Santiago que vi pasar, no llamaba nada la atención.
Probamos:
. la copa de limón helado: muy prescindible salvo para adictos a "mantequillas" heladas.
. banana splet con helado: irresistible completar el menú de boda años 80,s. Bien hecho.

Unos cafés, muy buenos, pusieron colofón a la oferta.

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