En un pequeño local (antiguo bar) en donde no es sencillo encontrar muchas comodidades desarrolla sus inquietudes gastronómicas Jaime Anasagasti Giménez, joven inquieto que ha trabajado como ayudante en varios restaurantes de Madrid y EEUU (la clientela extranjera es mayoritaria gracias a una buena labor de marketing y atención al cliente, o la muy buena valoración en páginas web especializadas, ni idea). Junto con el propietario, un grupo de jóvenes y antiguos colaboradores se han embarcado en este interesante proyecto.

Sin posibilidad de acudir a menú degustación, la carta es escasa (varía de manera regular) pero con muy buenas intenciones, nos decantamos por:

- “Escalibada, boquerones marinados y mayonesa de soja”. Presentación algo pobre para una muy buena elaboración. Perfecta la escalibada (suave y melosa) así como el toque de la mayonesa.

- “Mejillones en escabeche, crema de espárragos, acederas y encurtidos”. Un plato redondo, absolutamente sobresaliente. Muy buen producto en el que la crema de espárragos es absolutamente brillante. Muy bien.

- Como principal no arriesgamos, “lomo Bajo de Ternera de la Sierra de Guadarrama, Muhammara y Pimientos de Padrón”, tal vez el “pero” fue el poco riesgo. Plato bien resuelto por supuesto.

La carta de vinos es escasa con propuestas no muy habituales a precios en general buenos, nos decantamos por NEUS DEL TERRER 2009 de Bodegas Vinyes del Terrer (DO Tarragona), vino con exceso de “almacenaje” (40€ - el mayor precio de la carta). El servicio de vino merece un repaso.

En sala, Jaime asume todo el protagonismo atento a todo lo que ocurre en sala y pendiente de las necesidades de los clientes. Labor de 10 (que incrementa por la constante atención la puntuación del "entorno") y que merece un espacio más adecuado a las muy buenas intenciones.