Comer o cenar en el interior de una bodega, aunque sea un catering, siempre es interesante y quizás sirva para quien desee organizar algún evento como se hace en los encuentros de Verema (https://www.verema.com/restaurantes/1395-dinastia-vivanco-briones/valoraciones/1294966-lugar-especial).

En primer lugar una visita guiada a la bodega con varios (y muy diferentes) guías para cubrir el número de visitantes. Los que tuvimos suerte recibimos unas buenas explicaciones desde los orígenes de la bodega, pasando por la producción de los vinos, las diferentes opciones de la casa incluyendo los brandys.

Posteriormente y en un local decorado con barricas (supongo que vacías por la temperatura reinante) sobre un suelo de albero propio de las bodegas jerezanas, se sirvieron unos aperitivos en mesas altas y con presencia de Tio Pepe, Oloroso seco y Oloroso dulce, amén de las consiguientes cervezas y refrescos.
Posteriormente y en la misma ubicación pasamos a unas elegantes mesas bien vestidas, con buenas copas vajilla y cubiertos, incluido un molesto candelabro central donde se dió un servicio muy profesional, rápido y eficiente. Las sillas metálicas y grabadas en el respaldo por la propia bodega permitieron una cómoda estancia fuera de las habituales sillas de resina.

La cena sentada consistió en:
. crema de marisco con fondo de langostinos: una sopa al uso de las antiguas casas de comidas de zona marítima: una sopa densa, profunda de sabor, con buen punto de sal, que cubrió los tropezones (marisco) colocados inicialmente. Sorprende su intensidad y su rotundidez.
Se maridó con un Viñas del Vero macabeo-chardonnay 2014 que pedimos reforzar con el Tio Pepe de nueva añada que era lo que apetecía, aunque hubiera aguantado casi mejor con el Oloroso seco.
. solomillo del valle relleno de setas: una buena pieza de carne, algo fría, que con un corte central se había rellenado de un, digamos, puré (que no paté) de setas. Un poco seca la carne (hizo que parara un poco más dura de lo esperado) pero bien presentada y de nuevo con calidad de producto. Una reducción de PX hubiera estado genial.
Se maridó con un Beronía crianza 2012 que cumplíó. Hubiera preferido un vino local tinto como Garum por aquello de la zona.
. postre: helado de quesos con infusión de fresas: cumple sin más.
Se maridó con un buen Néctar de uva PX de la propia bodega.

Como extra una muy divertida chirigota carnavales amenizó la sobremesa.
Un sitio especial que puede dar ideas para eventos de grupos: buen sitio, buen servicio, buena comida y correcto maridaje tras visitar la bodega.