Estuvimos el sábado noche, 5 personas cenando en la Tavernetta, que no es lo mismo que la Taverna, pero lo pongo igualmente en este apartado.
La carta la verdad es que no tiene mucho más de lo que es pasta y ensaladas. Pedimos de primero para compratir, unos rollos de berenjena con mozzarella (6 trocitos ricos, pero escaso) y un plato de embutidos y quesos D. O. (la verdad que 16 euros por 6 trozos de mortadela, 6 trozos de jamón, 2 trozos de queso y una especie de salchicón, lo veo muy muy caro).
De segundos fueron 5 de pasta de diferente tipo, que no levantó grandes sensaciones y 1 de conejo, que le faltaba muuucho saber.
De postre 1 tarta Tiramisú. Cafés y poco más. De beber, cervezas y 2 copas de vino siciliano, que estaba fuerte, pero le faltaba un algo .... No hay carta de vino.
La verdad es que esperaba más de este sitio. Mucho ruido, ganas de ser amables, pero a lo mejor un "qué tal ha estado todo", un "está todo bien" o algo así, pero nada de nada. 25 minutos esperando la cuenta y niun chupito. (Yo sigo en mis 13 que una simple invitación a chupito, hace quedar muy bien). En total 108 euros.

Es un local situado en el entresuelo, la sala decorada de forma sencilla, con una barra en el centro de la sala.
Su cocina mediterránea, se delata por el lado italiano, por la variedad de sus risotos y pastas, con una carta muy atractiva, recomiendo dejarse leer los platos que hay fuera de ella e incluso dejarse "seducir" por las variaciones que te ofrecen de esos platos.
En nuestro caso, Carpaccio de Lubina y tacos de mero con tomate natural y alcaparras y corvina, una deliciosa y golosa tarta de chocolate con crema de naranja y tarta de queso con mermelada de tomate
El servicio es atento, aunque un tanto despistados.
La carta de vinos mayoritariamente italiana, en nuestro caso nos dejamos asesorar y nos sirvieron un DOC Soave, del que no recuerdo el nombre (memoria de pez).
Los precios de los platos, un tanto altos.
Buena elección.

Amplio, bonito y cómodo local situado en un primer piso. Decoración sencilla y funcional. La cocina está basada en recetas eminentemente sicilianas combinando pastas, risottos, ensaladas, setas (funghi) y hortalizas. Excelente tratamiento de los pescados. Buenos postres, en especial su diferente tiramisú.
Buen tratamiento del vino, carta amplia basada en Italia y España y con precios bastante aquilatados por lo general. Buena vajilla y servicio atento y amable. Está entre los mejores restaurantes italianos de Madrid. Un poquito caro, sobre los 60 Euros por persona, pero la sensación general es positiva. Buen restaurante.

Uno de mis restaurantes preferidos. La verdad es que no tiene nada que ver con el típico restaurante italiano, de entrada no hay pizza. Aunque si coincides el día que hacen focaccia estarás de suerte. La pasta inmejorable (fresca y muy variada, desde marisco carne...). El pescado de muchas formas: tartar, carpaccio, etc. Muy original pero sin olvidar la calidad. Siempre me han tratado muy bien. Un ambiente tranquilo donde también, además de la exquisita comida, se puede disfrutar de su más que completa carta de vinos, impresionante para un restaurante calificado de "cocina italiana".

No tiene nada que ver con el típico restaurante italiano. El ambiente es muy agradable, buena luz, buen servicio en las mesas, los camareros con mucho estilo y muy profesionales, muy buena decoración, un buen lugar para comer y conversar. Cocina mediterránea creativa, la especialidad son los pescados. Tomamos una ensalada de frutas con verduras y queso gorgonzola caramelizado con nueces, deliciosa por no decir la pasta con atún fresco. La carta de vinos está muy bien. Es toda de vinos italianos, y reserva unas páginas para tintos españoles donde se ven los más modernos. Tomamos de aperitivo una copa de Marsala muy rico y el blanco, Alcamo, también italiano, muy buen servicio del vino. Precio medio aprox./persona: 45€.