La cadena paradores oferta con frecuencia unos packs gastronómicos que incluyen estancia, desayuno y menú para comida o cena, para dos personas y a un buen precio; en este caso 140.80 por pareja.
La cocina de paradores no es una cocina que sorprenda por su vanguardia, carta de vinos, etc.. pero sí que es una cocina de buen producto y correcta elaboración en un local con cierta elegancia y en general con buenas vistas. Las presentaciones sin deslumbrar, cumplen bien.
Si añadimos esas ofertas, se convierte en interesante sobre todo para cenar, ya casi con zapatillas.

Comedor, mobiliario, copas, cubiertos, mantelería… clásicos de la cadena. Buen servicio en sala.
Cena para dos con varias opciones a elegir mientras deglutamos unas buenas aceitunas gazpachadas por bienvenida. Servicio personalizado (solos) con lo que acabas ganando agradable familiaridad.

En el menú incluido, añadimos:
. una copa de blanco Tierra Blanca 2014, tan pálido como brillante con fondo herbáceo y amargos finales; interesante.
. una copa de tinto Gibalbin crianza 2012, ligero, capa media y frutal pese a la edad
. una botella de agua Montepinos (total 8€ de extras; un precio más que bien).

En la parte sólida. Primeros:
. ensalada de hojas: con nueces, granada, piña, hojas de endivia, mucha escarola. Bien.
. guiso del día: potaje de garbanzos: mejorable la verdura, muy pastoso todo; más bien tenía alma de puré que de potaje; el fondo del guiso y sabor destacable. Aliño con Oleostepa correcto.

Principales:
. merluza al vapor x 2 con naranja agria y salteada de setas: buen punto de cocción, buena ración y buenos contrastes de sabores en los complementos.

Postres:
. milhojas de trufa: demasiado denso
. natillas parador: muy destacables, caseras sin excesos lácteos

El precio anotado es lo que estimo costaría sin oferta y con bebidas