Restaurante La cajita en Xàbia
Restaurante La cajita
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:
Vino por copas:
Precio desde:
20,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
20 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.0
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.0
Comida COMIDA
7.0
Precio medio entorno ENTORNO
5.0
RCP CALIDAD-PRECIO
8.5
Opiniones de La cajita
OPINIONES
1

Nos recomendaron el sitio no sin antes advertirnos que no esperásemos grandes lujos ni comodidades. ¡Qué no somos tan pijos, hombre! Que también nos gusta la tasquita, el bar, la mesa pequeña y el ambiente bullicioso. Y todo eso lo encontramos en La Cajita. Local ubicado en una estrecha y céntrica callejuela de la bonita localidad de Xàbia. Gente en la calle tomado su vinito, disfrutando de este clima loco que nos ofrece temperaturas de 20 grados en una noche de febrero. Al abrir la puerta nos encontramos ante un local totalmente abarrotado. Ambiente de tasca cosmopolita: clientela de diferentes nacionalidades y edades variopintas, gente con su portátil navegando y tomándose su vinito, rumba y flamenco como música de fondo, ambiente desenfadado y sensación general de disfrute. Tardaron un poco en darnos la mesa, a pesar de haber reservado. No nos importó. Tomamos unas cañas en la barra y, contagiados del ambiente sureño del local, unas ricas manzanillas acompañadas por unas correctas patatas bravas invitación de la casa.

La carta se muestra escrita en una gran pizarra y da la sensación de estar en constante renovación. En ella una docena de propuestas cada cual más apetitosa. Compendio de platos de lo que podríamos catalogar como la carta del siglo XXI pero con un toque original respecto a la mayoría de gastrobares: el tartar, el carpaccio, el huevo, las brochetas… Nosotros tomamos:

- Ensalada de mollejas de cordero, foie a la plancha y vinagreta de frambuesa: Mezclum de hierbas con muy buen aspecto y algún que otro sabor menos convencional que las típicas bolsas del súper, mollejitas salteadas (pocas, ciertamente), medallón de foie pasado por la plancha, alguna lonchita de jamón de pato y todo bien aliñado con esa vinagreta que ayudaba mucho a su ingesta.

- Carpaccio de atún con pesto de caviar: Atún en cantidad, ahora sí, presentado en lonchas finísimas y nuevamente aliñado con acierto. Estaba delicioso.

- Tartar de buey: A estas alturas de la cena ya estábamos más que satisfechos de nuestra elección. Este plato corroboró nuestras sensaciones. Muy rico en cuanto a sabor, con presencia notable del picante, sin excederse, aunque la carne estaba un pelín demasiado picada para mi gusto personal. Me gusta encontrarme algún cachito. Se sirvieron diferentes galletas y rosquilletas para acompañar-lo.

- Dúo de gambas: No estaba en nuestra comanda inicial, pero lo vimos pasar cerca de nuestra mesa y no dudamos en pedir “uno de esos”. Gamba de la bahía muy fresca en dos preparaciones: hervida y a la plancha. Surge el eterno debate de cómo se disfruta más de ellas. Tratándose de un género de tanta calidad, me decanto por la gamba hervida. Tamaño del crustáceo realmente pequeño (lo que aquí viene a ser la gamba de 4ª) pero frescura notable como se ha dicho. En la gama de precios que ofrece este local no se puede jugar con gamba más grande.

- Champis rellenos de buey y provolone: Se presenta un champiñón para cada comensal, boca abajo y sin pedúnculo. La cavidad interior se rellena con una masa de carne picada y el queso del enunciado. Muy ricos, en la tónica general de toda la cena.

- Tiramisú de frambuesa: Tal vez lo que menos nos gustó. Recordaba al tiramisú original por su textura pero la intensidad de los frutos rojos neutralizaba el sabor de los otros ingredientes que se supone que se han utilizado: el mascarpone, el café…

Tras los citados aperitivos en la barra tomamos una botella de Honoro Vera, garnacha de Calatayud que acompañó bien los platos. La carta de vinos también está sobre una pizarra y reúne unas veinte referencias, más que en muchos restaurantes de más postín. Vinos con gama de precios baja o media y todos ellos de corte bastante moderno. Cerramos con unos deliciosos cafés.

Nos habían hablado también de lo barato que resultaba comer allí, cosa que corroboramos cuando nos sacaron la cuenta. Quedamos sorprendidos pues toda nuestra comanda la hicimos “a ciegas” (en la pizarra no se especifican los precios). Sorprendidos y muy satisfechos.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar