Taberna moderna con propuestas diferentes en un entorno “de moda” en el que no es fácil destacar, cocina con un gran trabajo de fondo (aunque aprecio poca variedad en la carta respecto comentarios anteriores), y muy buena profesionalidad en el reducido espacio del local.
“Milhojas de tomate, aguacate, requesón y sardina ahumada”, una ensalada diferente, alegre, refrescante y muy bien presentada.
“Dim-sums de txangurro de centollo”, imagen sobresaliente gracias a una salsa muy lograda, una pasta fina excelente y un relleno poco habitual. Muy bueno.
“Arroz con calamares, trigueros y cigalitas”. Una propuesta sencilla pero que logra el efecto pretendido.
“Morrillo de bacalao con sus callos (club Ranero)”, tal vez la propuesta más floja que probamos, demasiada distancia entre el guiso y el producto.
Lista de vinos no muy amplia, nos decidimos por PRADOS COLECCIÓN SYRAH 2015, que hubo que refrescar, un vino tinto de la D.O. Campo de Borja elaborado por Pagos del Moncayo con una crianza de 10 meses en barricas de roble americano.