Donde comer la Fonda esta ubicado en un lugar unico dentro y fuera de la sombra de la catedral. Surtidos de mariscos y carnes. Pudo probar la carne de Kobe unas de las mejores carnes que e probado mi mujer comio un arroz caldoso de bogavante, nos fuimos muy contentos el servicio estupendo, las camareras siempre sonriendo y listas para servir nos.
Lo recomiendo a parejas quien quire pasar una noche romantica.
Pésima relación calidad-precio. Pedimos arroz con verduras y estaba recalentado, el precio era de 20 euros por cada plato de arroz, lo sacan ya en el plato sin enseñar la paella. El precio de los vinos por las nubes, un entrante de setas bastante flojito, el servicio muy mediocre. Lugar para turistas despitados. Lo único bueno su ubicación, de éso se aprovechan.
Hemos cenado un entrante de salmon marinado que estaba correcto, y yo me decanté por brocheta de ciervo que estaba bien elaborada y mi mujer por paella que estaba recalentada y dejó mucho que desear. El ambiente del local es bueno, pero me sorprendió lo elevadisimo de los precios del vino, algunos multiplicados varias veces el precio, me pareció tan excesivo que ya no recuerdo cuando había sido la última vez que habia cenado sin vino en restaurante. Por otro lado la cena seria correcta si se hubiese ajustado el precio pero una media de 20-30€ el plato o el entrante es excesivo, visto lo visto.
Salimos defraudados. La nota del vino la pongo por ser obligado y por como vi el servicio en otras mesas. Yo me negé a pagar ciertos precios por alguno de mis vinos favoritos.
En fin cena sin excesos de ningún tipo. Restaurante muy enfocado a la caza del turista despistado.
Los dueños son americanos y franceses y esa mezcla a surgido una comida mediterranea y contemporanea. Su comida basada de cara al turista extranjero, sobre todo los arroces ( ya que son traidos del mejor restaurante que lo hacen en la Comunidad Valenciana, ubicado en Naquera(El Pi), una maravilla.
Precio correcto entre 20 y 30 euros.
El vino en coste alto para unos vinos y corto para otros.
Mejorar la carta de vinos.