Chiringuito de lujo

La palabra chiringuito parece llevar incorporado un tono de menosprecio de turismo de bajo rango. Nada más lejos de la realidad pues se trata de un local que cumple la parte de chitinguito por estar junto al mar, en zona turística, con algunas mesas al sol de invierno y cara sur con vistas hacia Torremolinos y para ver llegar los aviones al aeropuerto con la montaña al fondo.
A la entrada una barca de decoración ssotiene en hielo el producto que ofrece el local; buenas piezas de pescado y moluscos.

El local tiene una bonita decoración que se aprecia en las fotos; mesas algo juntas, sillas básicas d eterraza, mantel de papel, carta de comidas plastificada.
Buena presencia de vinos con más que suficientes opciones, copas correctas.
Servico correcto y familiar.
La joya está en el "maestro espetero" colocado en el lateral del local y cara al mar y al abrigo de los vientos, sobre una barca (decorativa) con arena están las brasas para hacer los espetos de sardinas pero tambien de buenas piezas de lubina, dorada y calamar entre otras. Imposible resistirse.

Seis para comer que nos quedams en el comedor interior junto a la cristalera.
Lamentable pan envasado en plástico sobre la mesa a modo de chusco militar individual.

Arrancamos con 5 cervezas Alhambra y una clarita. Añadimos a posteriori 3 cervezas más, dos de agua sin gas y una con gas. Como vino un Raimat Anima rosado muy agradable.

Para comer de forma compartida:
. dos espetos de sardinas, cada uno con 7 sardinas al ser de pequeño tamaño, sabrosas, más bien poco hechas.
. una tortita de camarones por persona, buen tamaño, suficiente producto, crujiente en los bordes pero algo blanda en el centro, sabrosa aunque algo aceitosa.
. berenjenas: laminadas, bien fritas, servidas con miel de caña, ración amplia.
. chanquetes: buena fritura en calidad y cantidad
. fritura x 2: amplia ración, nada aceitosa y bien rebozada, integrada por boquerones, bacaladitos, puntilla, pota, pulpitos y alguna cosa más.
. lubina de 1.1 kg al espeto: para quitarse el sombrero y comerse hasta la piel, alguna zona externa con sal pegada pero el pescado perfecto, jugoso, calidad del pescado. Sobresaliente.

Solo dos llegan al postre donde predominio el servicio de un proveedor con productos envasados. Fueron un tocinillo de cielo que en realida tená más de flan que de tocinillo. Por contra la natilla erstuvo mucvho mejor, incluso co su galleta.
Cinco cafés finales.