La experiencia fue una decepción porque se permitía de fumar en un sitio cerrado. Se trataba de una terraza, pero estaba totalmente cerrada como una carpa (por todos los lados), por lo que no tenía nada de espacio exterior y el humo se acumulaba en toda la sala. Aunque hemos dicho algo no nos tomaron en serio y nos discutieron que por ser una terraza era totalmente legal fumar (éramos como 15 personas en el espacio y fumaban 2 en una mesa, ahumándonos a todos). Permitir fumar en un espacio no abierto desde luego es ilegal. Ninguna sensibilidad por parte del personal, la verdad nos amargaron la comida. Sinceramente, si quieren que la gente disfrute de la comida y del vino deberían establecer claramente terrazas abiertas para gente fumadora.

La comida (que entonces fue una decepción):

Entradas: Croquetas (buenas), vieira (buena), escalivada con queso de cabra (normal),
plato principal: La foie (malo: nadaba en la salsa, parecía foie en una sopa), pulpo a la plancha (no estaba mal, pero algo grasoso), cordero lechal (normal)
Beber: vino (bueno),
Postre: Tarta de limon & de chocolate (normal)
Precio: caro, para lo que comimos y sobre todo para el espacio ahumado donde lo comimos.

Hasta que la politica del restaurante no cambie y no cumplan con las leyes yo no aconsejaría de ir a este sitio. Hay muchos más locales que tienen la misma calidad del plato y se preocupan por todos los clientes.

No teníamos nada pensado para la cena tras la gran mariscada de Baiona y entramos de la forma que menos me gusta a mi en este restaurante… es decir, “ a la aventura”. Y no me gusta porque siempre sale mal la cosa. Esta vez no me puedo quejar aunque tampoco fue para tirar cohetes.
El local es algo oscuro con una terraza y un pequeño comedor al fondo doned solo estábamos tres mesas y una de ellas con un grupo que llego mas tarde y afortunadamente no eran ruidosos.
El camarero muy atento tanto con la comida como con el vino. Pedimos un Pittacum y veo que la botella es del 2007. La abrió y estaba mal. Me dijo que me ponía otro y nos decidimos por un Gran Colegiata lagrima bastante bueno. Tengo que decir que la carta de vinos es minima y cara.

En cuanto a la comida hay bastante variedad y decidimos:
• Pulpo a la plancha. Original. Un pulpito entero sobre verduras a la plancha. Rico
• Media de zamburiñas. Bien
• Entrecot fileteado . Aceptable la carne
• Ensalada mixta.
Todo correcto sin mas pretensiones.
La cuenta muy ajustada : 52,50 €.