Otra visita

Lunes noche. Paseo por la Rambla Just Oliveras para ver la feria de Navidad. Apenas unas cuantas casetas sin público y media docena de atracciones para niños, pero sin apenas niños. Queremos cenar y empezamos la peregrinación. Todas nuestras opciones cerradas, a pesar de ser víspera de festivo. El niño empieza a mosquearse. Es su hora de cenar... Y acabamos de nuevo en este local, pero dentro, ya que fuera hacía bastante frío.

Nos acomodan en una mesa a duras penas, ya que estaban apelotonadas. Local prácticamente lleno, supongo que debido a la falta de alternativas mejores. Servicio desbordado, manteles tipo camino de mesa, un cuarto de hora sentados y ni siquiera había aparecido un camarero. Finalmente nos traen la carta y aprovecho para pedir el mismo vino de mi anterior visita. Volvemos a repasar la carta... Está difícil. No estaba previsto repetir, y menos tan pronto. Nos decidimos de nuevo a compartir algunos platos:

- Patatas bravas (4,50€) - Buenas, a pesar de que no me hace ninguna gracia que les dejen la piel.
- Ensalada César (8,25€) - Sobradita de queso...
- Calamarcitos a la plancha (8,95€) - Cinco calarmacitos que abultaban la mitad que la guarnición de ensalada. Insípidos.
- Pizza margarita con extra de salami y cebolla (12,75€) - Cinco rodajas de un salami bastante insulso y cebolla desparramada de cualquier forma por la pizza. Con todo, de lo mejor de la noche... Ya he dicho que no estaba previsto repetir.
- Tostada con atún, anchoas y aceitunas negras (13,50€) - De nuevo exceso de aceite. Hay que ver lo que puede hacerse con unas cuantas latas...

Y esta vez tomamos postre:
- Crema catalana (3,95€) - A petición mía, sin el azúcar quemado. Sí que parecía casera. Al menos tenía los mismos grumos que la que hacemos en casa.
- Coulant de chocolate con helado (4,95€) - No lo probé. Comentaron que estaba bueno.
- Helado de vainilla (4,45€) - Con más nata de bote que helado, supongo que también de bote.

Para beber, 3 aguas de 1/2 l. (1,90€/ud.) y una botella de Viñas del Vero Gewurztraminer 2014 (16,-€) como 2ª opción (a falta del Xión de nuestra anterior visita), que pretendieron servirnos en copas minúsculas y cobrarnos a precio del Xión.

Se me olvidó mencionar en mi anterior comentario que las consumiciones tienen un 10% de recargo en la terraza.

Aparte de las continuas esperas durante la cena, de que la comida llegara antes que los cubiertos, de nos intentasen colocar unas copas de la Señorita Pepis para servirnos el vino después en unas copas con propaganda, de equivocarse con la pizza, de olvidarse de la tostada, de equivocarse en el precio del vino y de estar toda la velada aguantando a la familia de la mesa vecina, que tuvieron a bien deleitarnos con algunos detalles de su vida privada sin petición previa por nuestra parte, se puede decir que no estuvo mal del todo.

P.D. A veces es duro ser políticamente correcto...