Cocina

Local reducido de diseño minimalista, un tanto frio para mi gusto, tambien el trato, distante y escueto.

Probamos el Degustación largo de 65€.
Comienzo interesante y atrevido con el chupito de jarabe de arce caliente, al que siguió una agradable versión de pan con tomate: sorbete de tomate muy sedoso, con picado de tomate pometa (casi inapreciable, lástima), pan, etc. Espectacular la coca de foie con puerros glaseados y cebollino, muy melosa. Siguió una vieira, atun rojo con agua de tomate y cochinillo con manzana dos texturas; los tres en un punto perfecto de cocción, muy sabrosos y bien trabajados. El queso (azul, de textura extraña) con gelatina ? de pera no gustó. El primer postre, mandarina con helado de mandarina, muy apropiado y refrescante. El pan con chocolate (soufflé de chocolate, coca de cristal y helado de aceite) fue bastante apalaudido.

Positivo: trabajo muy cuidado de cocina, ingredientes de la tierra de primera calidad, platos muy centrados, respetando al máximo la personalidad del producto protagonista, sin distracciones, y sobre todo puntos de coccion excelentes.

Negativo: para mi gusto eleccion un tanto convencional de los principales protagonistas (foie, viera, atun, cochinillo), aunque es discutible, claro, pero quizas demasiado manido para un degustacion de autor de 1 estrella. Echamos en falta un poco de riesgo, más personalidad de figurantes y secundarios de cada plato, juegos de contrastes más acentuados, etc.

Carta de vinos correcta. En esta ocasion no arriesgamos: Remelluri blanco 42€
Muy pobre la oferta de pan: apenas una chapata y un pan de aceitunas que llamaba muy poco.

En general un tanto caro relacion calidad precio. No buscan descubrir la sopa de ajo, pero desde luego lo que tocan lo tocan bien. Raciones justitas, sí, pero excelente el punto de cocción de cada plato. Volveré y probaré algún plato mas arriesgado de la carta.

Para seguirle la pista.