Cita obligada

Lo que empezó casi por casualidad va cogiendo poso y convirtiendose en una cita obligada para una visita a este local de interesante cocina y en la que apostamos por un esfuerzo económico para el plato y aportación organizada de los vinos (con permiso de la casa) con el fin de mantener un precio comedido y disfrutar tanto de la parte sólida como de la líquida.

En esta ocasión y tras superar lo más difícil (cuadrar agendas) nos reunimos 8 comensales ubicados en una mesa alargada, cerca de la barra. El local ha mejorado su estética independizando de forma clara el comedor del hall del hotel y permaneciendo un reservado tras unos muebles de separación (esta vez estaba ocupado). El servicio en sala de muy buen nivel, está presente en todos los detalles, llenado de copas, buen ritmo de servicio de platos etc.. quizás notamos a faltar un mayor cambio de copas pero la realidad es que fueron muchos vinos y además traidos de fuera. En cocina, el chef estaba de viaje familiar pero dejó todo previsto, con una variante sobre su menú gastró (ampliación) habitual.

Lo tomado en plato y en copa:

. aperitivo de la casa, un takayaki de pulpo servido en compañía de unas aceitunas:  con la curiosidad de la decoración con bonito deshidratado que, al recuperarse, se mueve en el plato a modo de alga viva. Bien de sabor, buen rebozado y textura. El inicio de vinos fué con un cava Rosat Reserva At Roca 2014, que a su vez hizo de copa de bienvenida y primer brindis por el encuentro.

. ostra, satski, Daikon y rosas: con presentación minimalista pero con sabores intensos, 3 porciones a comer cada una de un bocado, manteniendo la ostra su protagonismo. Contrapunto con un Bachelet- Monnol, un elegantísimo Bourgogne blanc 2015, fino cremoso, sin notarse acidez ni alcohol, con el equilibrio de un concierto de primero de año en Viena. Exitazo.

. atún con oliva: un tartar de atún dispuesto como un cilindro sobre el que se riega con una pequeña dosis de aceite de picual en el que ambos luchan por mantenrse como protagonistas principales en un bue equilibrio. Rematamos el borgoña y lamentamos que no fuera un magnum.

. tartar de jurel del Grao con jugo de encurtidos: una estética presentación pero que dió de alejarse del anterior plato ya que ambos tiene demasiado en común; aún así consiguió no quedar eclipsado por el anterior en base al fondo de los encurtidos. Cambio de tercio de forma de vino francés y pasamos a Crozes Hermitage 2016 de René Jean Drad & Françoise Ribo 2016 muy mineral y herbáceo, algo turbio, como un concierto de los Rollings. Una bodega a seguir.

. gazpacho de bogavante, mango y jengibre: servidos los ingredientes en la base del pakto a destacar unas perlas de aceite de oliva y un contraste de sabores dulces y salados con el lazo de unión del servicio de gazpacho ligero y bien texturizado. Seguimos en concierto de rock duro con el francés.

. ceviche de gamba roja: servido en plato con tapa sobre la que apoya la cabeza (algo seca) de la reina del mar (gamba roja) tiene el cuenco un suave ceciche con aros de cebolla roja, verduras troceadas y pequeños trocitos (menos de los deseados) de gamba cortada, todo ello en perfecto equilibrio; para comerse u pozal Su maridaje se hizo con un Tantum Ergo 2014 de chardonnay y pinot noir traido en mano desde Requena; si hace unos años le dieron premio al mejor cava de España, por algo será.

. langostino: una pieza XXL de langostino de la zona, hecho en perfecto punto de fuego, quedando terso, carnoso, sabroso, con la piel fácil de separar y servido sobre una base de sal gorda. Seguimos con el mismo cava que la cosa ya para más lenta de consumo.

. lubina salvaje con guiso de quinoa y sardinas: una pieza de tamaño correcto, con la piel crujiente y la carne jugosa servida en formato clásico destacando la sapidez de la salsa. Un aún joven Recaredo Terrers brut nature gran reserva 2011 del que nos sorprendió una acidez que le dejará aún vivir mucho tiempo.

. cordero, lavanda, salsa de azafrán y cacao: el cordero venía en dos partes, potr un lado la falda y por el otro el lomo, excelente la primera con ua piel crujiente a modo de cochinillo, por contra la segunda quedó un poco seca y fibrosa. Su acompañante fue un gran Alión 2009 y no hubo continuidad para un segundo Alión que queda en custodia para el próximo envite.

. carrot cake con albaricoques y melocotones de Cabanes y helado de estragón: sobre la base de la cake, la mermelada que une a los trocitos de fruta y sobre ellos el helado; difícil de comer todo junto pero consigue una buena mezcla de sabores y texturas y temperaturas interesante. El contrapunto para ambos postres,  lo puso un Moscatel do Duoro portugués de la Real Compañía Velha, en botella de 75 cl, un generoso de uva moscatel con unos ligeros 17º pero con buen equilibrio de dulzor de la uva y de la acidez de vino, un souvenir de Lisboa de este año que ha durado poco en la bodega.

. un postre clásico de la casa: sobre una base de hoja de higuera un buen helado de una hierba aromática que ahora no recuerdo (tomillo?) y unas mini brevas cortadas en cuadraditos con un fondo anisado muy interesante. 

Durante la comida nos acompañó una cestita de panes variados más que correctos y un buen aceite A de Bordomus aunque quedó eclipsado por el aceite de picual del atún. No hay que olvidarse de numerosas botellas de agua de Solan de Cabres que hicieron de limpieza de copas y de agente hidratante para poder llegar al final de los vinos sin estar demasiado perjudicados.

El remate fue un clásico de la casa: un cremaet perfecto de preparación notando en falta unas golosinas o unos petits fours de chocolate.

No dió tiempo a mucha sobremesa porque habia que cruzar la calle para llegar a tiempo al tren que nos devolviera a casa (en metro) ya que nadie quiso asumir el papel del conductor. Un nuevo acierto.

¿El precio? Pues el del menú, 50€ pero como es un menú especial y los vinos fueron aportados desde fuera, no podré precio final para no engañar en la media de precio real de comer allí, pero sí valoraré RPC.

 

Recomendado por 2 usuarios
  1. #1

    Joan Thomas

    Enhorabuena por ese buen momento gastronomico, se ve que disfrutaste. Buen aporte de vinos. Por lo que veo un fijo... preparando la próxima ?
    Saludos

  2. #2

    Abreunvinito

    en respuesta a Joan Thomas
    Ver mensaje de Joan Thomas

    Pues sí, ya salimos con la intención de repetir antes de acabar el año.
    Saludos

  3. #3

    Joan Thomas

    en respuesta a Abreunvinito
    Ver mensaje de Abreunvinito

    Pues a la espera de la próxima crónica.
    Saludos

  4. #4

    Abreunvinito

    en respuesta a Joan Thomas
    Ver mensaje de Joan Thomas

    Ya tenemos un Alion 2011 que nos sobró... Así que poronto no sea que se haga malo...
    Saludos

  5. #5

    Joan Thomas

    en respuesta a Abreunvinito
    Ver mensaje de Abreunvinito

    jejeje
    Saludos

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