en el cabo más al norte y más elevado que conforma la bahía de San Antonio y teniendo enfrente la isla de Conejera hay un hostal que no deja de ser un hotel rural con encanto, todo en planta baja, arquitectura ibicenca y con un restaurante que vive más de la cocina que de las habitaciones del hotel, con mesas rústicas pintadas de blanco, uan amplia terraza cubierta y algunas pocas mesas en la escarpada terraza que da al mar.
Dentro de las jornadas del 7º certamen gastronómico del producto ibicenco, algo simila a cuina overta en Valencia, ofrece menús a 15€ (17€ en finde semana).
En la carta de comidas con suficientes opciones de platos y tapas. Carta de vinos con pocas opciones pero que van desde lo más básico hasta Vega Sicilia Unico (290€) y Dom Perignon (250€). Eso sí a precios de Ibiza en verano, por ejemplo Belondrade a 50€.
Cuatro y medio para comer, local casi lleno pese a lo alejando de la población, servicio rápido y eficiente. Cubiertos, platos correctos, buenas copas (¡qué menos!) para el vino. Optamos por el multipremiado Pruno 2013 (26€) y una copa de blanco referido como sauvignion ycahrdonnay (la otra opcion era albariño) traido ya servido y sin saber su nombre. En la carta 6 rosados, 10 tintos, 10 blancos, 6 cavas y 6 champagnes. Todo muy medido.
Vamos al menú que reforzamos con:
. patatas bravas: salsa de tomate con algo de picante mínimo; patatas y poco más. Aceite Capicua, de poco interés.
. pan (lonchas) casero, aceitunas partidas y ali oli suave: todo en buen nivel
. chipirones estilo malagueño: bien fritas con ali oli de pistacho (muy bueno), bien frito, buen rebozado, buena ración.
Del menú y para primeros, a elegir:
. crema de tuberculos dulces, yuca crujiente y texturas de queso de oveja fresco. No convenció pese a las apariencias.
. milhojas de setas vfrescas y espárragos trigueros, escamas de queso curado de vaca y chutney de higos y sobrasada. Todos a una. El churtney muy conseguido.
De segundo:
. timbal de cordeo tiernizado, peras y mousse de queso de cabra: muy bien guisado el codero, la pera algo cionfitada y la mousse pues bien pero sin más.
. raviolis caseros de ricota de oveja, nueces, y espinacas termionados al grill, tomate fresco y albahaca. Correcto sin más.
Postre:
. flaó de queso ibicenco con fresones: una tarta que parece hecha de un mojito. Curiosa.
. deconstrucción de nuestra chesscake: bien resuleta y bien presentada en cuendo tipo pecera con abertura lateral.
Todos los platos bien presentados y cambio de cubiertos y servilletas de papel consistente, en cada plato.
En fin de semana (¿por el extra de precio?) sorbete de mandarina con vodka de mandarina: buen final.
Sin cafés, ni extras. El quinto elemento (el medio comensal extra ya no aguantaba más tiempo en la mesa.
Un sitio que merece la pena ir a dormir pero también a comer, conun excelente paisaje y unos pocos buenos vinos (si no miras los precios).
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