Cocina sin artificios

La que encuentras en este asador de Bot, en el corazón de la Terra Alta.
Decoración rústica, mucha madera y al fondo la parrilla y un refrigerador donde se exponen las abundantes piezas de carne.
Los platos son lo que son y como el producto es bueno sales satisfecho. Además las raciones son muy generosas, hay que tomarlo en cuenta a la hora de pedir. Cené una noche y repetí la siguiente.
Por hacer un resumen de las 2 ocasiones: ensalada, tomate de la huerta, jamón de Teruel, surtido de embutidos y por supuesto, carne a la brasa, especialmente rica estaba la cansalada, la panceta de los castellanos. Así mismo puedes pedir escalivada como guarnición, también sabrosa.
Pan normalillo y carta de vinos corta, a pesar de que las copas son correctas.El pan con tomate mejora dado que está tostado a la parrilla.
Menaje corriente, espacio entre mesas suficiente.
Postres en relación con el resto: flan de la casa, bombón helado, etc,...
Atención profesional y muy bueno.