Restaurante Casa da Fonte en Albufeira
Restaurante Casa da Fonte
País:
Portugal
Localidad:
Cód. Postal:

Añadir tipo de cocina

Añadir vino por copa

Precio desde:
39,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
39 €
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
-
Comida COMIDA
-
Precio medio entorno ENTORNO
-
RCP CALIDAD-PRECIO
-
Aurelio_Gómez-Miranda_Albufeira_Casa_da_Fonte_Cantaril_Gallineta_Rascacio
Aurelio_Gómez-Miranda_Albufeira_Casa_da_Fonte_Champiñones
Opiniones de Casa da Fonte
OPINIONES
1

En uno de esos paseítos matutinos por el casco histórico de Albufeira, vimos este restaurante, en la parte alta, y nos gustó por su tipicidad y aparente genuinidad.

Y para allá que fuimos una noche a cenar. Llegamos un poco tarde, y más teniendo en cuenta que en el Algarve se come/cena mucho antes que en España. Estaba hasta arriba, pero nos dijeron que si teníamos un poquito de paciencia nos daban mesa. Y así fue, en menos de 10 minutos nos pasaron.

El lugar es muy guapo, ya llama la atención en la entrada una pequeña barca en la que exponen el género. Se trata de un patio típico algarabío, humilde y auténtico. Emparrado (me encantan los patios emparrados), con sus azulejos, sus macetas, sus tejaditos interiores… Mesas y sillas de madera, equipación de batalla, justitos los espacios. Ambientazo: familias, jóvenes, mayores… A disfrutar.

La brasa es la reina de este negocio y de su oferta: productos de la zona, huerta, pescados y carnes. Había mucha gente tomando unas atractivas brochetas, presentadas en un plato que tenía incorporada la espada sobre la que pendían los productos. Pero no nos decantamos por ello.

Champiñones brasa con ajos.
Sardinas brasa.
Gallineta brasa.

Como me mola comer pescados poco frecuentes, singulares y frescos de las costas que visito. En este caso fue lo que ellos llaman cantaril y nosotros gallineta o rascacio, un pescado cabezón y de escama rojiza, de carne sonrosada tenue, sabroso a más no poder y textura agradable, ligeramente grasa. Estaba muy bueno… demasiado hecho, qué cruz. Pero lo disfruté. Los champis sabor a tope aunque algo jascos, y las sardinas, cómo no, de locura. Aquí no te equivocas. ¡Pida usté sardinas! En el Algarve, la probabilidad de que el género sea de primera calidad, que estén frescas y encima bien cocinadas, se acerca al 100%. Qué placer. ¡Pida sardinas!

Acompañaron con un pan tostado con aceite y ajo que estaba para morirse.

Para beber, blanquito del Alentejo, Adega de Borba 2013, un interesante coupage de antao vaz, roupeiro y arinto. Nos sacaron unas copas muy cutres y vi que los de al lado tenían unas decentes. Pregunté y me dijeron que es que esas “eran para el tinto”. Respondí que es que yo era muy raro, que me disculparan, que lo asumía, que era un grave defecto mío, pero que a mí me gustaba tomar blanco en copas de tinto. Raro y envidioso que es uno, oiga.

Tardaron mucho, en servirnos, pero fíjate, lo perdono, porque había una señora apuradísima que se disculpó varias veces, y los camareros sonreían al pasar y sacar cosas. Raro que sigue siendo uno. Volvería sólo por eso (y porque no cenamos nada mal y el patio era divino).

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar